- jueves 16 de enero de 2014 - 12:00 AM
Democracia vs. autocracia
Democracia y autocracia: el péndulo de la vida republicana. Frente a momentos primaverales, ha sucumbido la práctica fascista y despótica, que se impone, como un tumor maligno, en distintos periodos.
Usted designa a sus representantes ante los poderes públicos, a través del voto popular, y esos representantes se sienten con el derecho de pisotear los derechos de quienes los eligieron. Piense hacia adelante: con la eventual reelección del partido gobernante y su proceso fulgurante de militarización. No crea que es para afrontar una intervención extranjera, sino para reprimir cualquier descontento popular, como sucedió en las protestas de Changuinola, San Félix y Colón. Mírele el rostro a los comandantes y agentes de Senafront.
Pasamos revista a la historia republicana, de 110 años, y nos encontramos con este péndulo, que está en el centro de la decisión para la que estamos convocados para el 4 de mayo próximo. Vamos a elegir, no entre ofertas diferenciadas, por lo menos las más viables, pues todas tienen parentescos, y ninguna propone virar la mesa, sino que catapultaremos o no el operandi imperante en los últimos 5 años, donde se ha pateado, sin interrupción, el entramado democrático imperante desde principios de la década de los noventa.
El liberalismo, que nos legó el periodo de unión a Colombia, demandó hasta la acción de las tropas que Estados Unidos acantonó en la faja canalera, desde que recomenzó la construcción de la vía, que dejaron bien adelantada los franceses de la corruptela.
Un caudillo, bueno de voto, como Arnulfo Arias, convertía ese poder que le delegaban los votos en prácticas despóticas, y en violentar las normas constitucionales y legales. Sucedió en todos los momentos que tuvo acceso al poder.
Hemos disfrutado de bonanza democrática, no obstante, existe una tendencia malsana de pisotearla, y el ejemplo más cercano es el de sistemática presión antiinstitucional presente, demostrado en la intervención en la Corte Suprema de Justicia, el transfuguismo rampante, el colapso fiscalizador de la Contraloría y de la Fiscalía Electoral.
La población panameña, con frecuencia, expresa su desconfianza sobre el manejo de los fondos públicos y siente la amenaza de muchos derechos ciudadanos, como el de la libertad de expresión y derecho de la información, sin embargo, se siente seducida por el discurso antidemocrático, y así, se prevé, que lo ratifique en las elecciones de mayo.
Una buena parte de la población preferiría un gobierno de facto si el país padeciese una crisis económica, reveló hace algunos años el Informe Caputo. La píldora también es aplicable, por lo visto, a periodos de bonanza, con crecimiento económico anual hasta del 10 por ciento.
* PERIODISTA Y FILÓLOGO