- miércoles 07 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
Contratos de trabajo que esclavizan
Con pena profunda vemos cómo un número indeterminado de trabajadores del Estado son contratados año tras año sin tener la más mínima posibilidad de lograr la tan anhelada estabilidad que les permita vivir con seguridad, derechos a crédito, a prestaciones laborales y estabilidad en sus empleos.
¿Cómo puede el Estado exigirle a la empresa privada que cumpla con una norma que ni siquiera es capaz de aplicarse a sí mismo y a sus funcionarios?
Conozco casos de trabajadores manuales, electricistas y plomeros que tienen hasta nueve años consecutivos de contratos sin que nadie en esas instituciones se digne a fijarse si ese trabajador tiene familia, hijos, esposa o dependientes, a quienes tiene el deber de dar una estabilidad emocional y por más que la busquen no la encuentran, puesto que en cada mes de diciembre los liquidan y en enero del siguiente año los vuelven a recontratar.
Es inhumano tratar a un ciudadano con esta vergonzosa forma de contratación; por ello, condeno fehacientemente que sea el propio Estado el que promueva este tipo de contratación.
Al trabajador a quien se le aplica esta figura es considerado un trabajador de segunda, puesto que el mismo no tiene derecho a crédito bancario, una hipoteca que le permita obtener su casita para cobijar su familia, etc.
No puede el Estado continuar con esta mala práctica que disminuye las posibilidades a los ciudadanos y trabajadores a tener derechos, siendo este garante del cumplimiento de los derechos de todos sus ciudadanos; por lo que apelo a que algún diputado serio tome la iniciativa de elevar un proyecto de ley que obligue al Gobierno a abolir esta lacra que sangra la honra, vida y destino de humildes trabajadores que dan hasta lo último de sus vidas por obtener la permanencia en el empleo y no logran conseguirlo.
Desde ya me sumo a realizar mis aportes para enderezar este barco que humilla a nuestro pueblo.
Ex secretario general de la CGTP