El caso del atentado contra el senador colombiano Miguel Uribe Turbay sigue generando revelaciones: Nuevas pistas han emergido: una misteriosa inquilina, conexiones con al menos dos cárceles y la desaparición de un celular con GPS podrían ser claves para esclarecer quién ordenó el ataque y cómo se coordinó.

Una de las pistas más visibles en las cámaras de seguridad es una mujer que aparece dialogando con el sicario antes del atentado. Las autoridades identificaron a esta persona, una mujer de mediana edad, quien se presentó voluntariamente ante la Fiscalía y actualmente rinde declaraciones como testigo. Algunos medios la han descrito como “la inquilina” del lugar donde se refugió el menor que disparó contra Uribe. No enfrenta cargos, pero está bajo la lupa.

En cuanto a los detenidos, el menor que disparó –de apenas 14 o 15 años– está bajo custodia en un centro de detención para adolescentes. Los otros dos implicados capturados, identificados como alias “Gabriela” y Carlos Eduardo Mora, fueron enviados a prisión preventiva, pues la Fiscalía argumentó riesgo de fuga y obstrucción a la justicia.

La investigación también explora la posibilidad de que los autores intelectuales coordinaran parte del atentado desde centros penitenciarios, sin embargo, según declaraciones del presidente Gustavo Petro, detrás del atentado podría estar “una mafia con conexiones internacionales”.