Delia Muñoz, una voz que inspira noticias y sostenibilidad

“El periodismo es más que un post en redes; es responsabilidad, entrega y sacrificio”
  • martes 20 de mayo de 2025 - 12:00 AM

Con más de 15 años de trayectoria, Delia Muñoz se ha consolidado como una figura destacada en la televisión nacional. Su pasión por el periodismo veraz y su dedicación a causas ambientales la han convertido en un referente para las nuevas generaciones de comunicadores.

En tiempos donde la información fluye a gran velocidad, mantenerse fiel a la verdad y conectar genuinamente con la audiencia es una labor que pocos logran con tanta naturalidad como Delia Muñoz, quien además combina el rigor periodístico con la sensibilidad humana. Aquí comparte con El Siglo sus inicios, experiencias, retos del periodismo actual y su visión como madre, estudiante y defensora de la sostenibilidad.

¿Qué te motivó a dedicarte al periodismo y cómo fueron tus primeros pasos en la TV?

Desde pequeña me gustaba leer y participar en concursos de poesía y oratoria. Inicié a los 17 años en noticias de radio y televisión en Canal 21, por el año 2008. En Telemetro primero fui reportera y realizaba las unidades móviles de la edición estelar y luego presentadora.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje como presentadora de noticias?

Como presentadora siempre hay que estar preparada porque cualquier cosa puede pasar: desde un desastre natural en vivo, una tragedia o la alegría más grande de una persona o del país. Como periodista conocí la importancia de influir, gracias al respaldo de mi audiencia, y que esa influencia conlleva una gran responsabilidad y sacrificios.

¿Qué momento o cobertura te ha marcado un antes y después?

Las coberturas policíacas afuera de los cuartos de urgencias de hospitales a altas horas de la noche. Allí conocí las historias más atroces que me pusieron los pies en la tierra. También a lo largo de mi carrera conocí el sentimiento más noble de amor a la naturaleza a través de los niños y esa conexión de que todos somos importantes en este mundo.

¿Cómo ves la evolución del periodismo en Panamá y qué retos enfrentan hoy los comunicadores?

Al empezar muy joven viví la digitalización periodística, desde la edición en corte de cinta, pasando por la nueva era de las noticias, y ahora la inteligencia artificial. Eso me ha servido mucho. Aprendo y respeto a mis compañeros de mayor trayectoria; aprendo a escuchar. El reto es viralizarse, pero transformando el pensamiento de la audiencia. En mi caso, luego de 15 años como especialista en ambiente, me siento orgullosa cuando cada vez hay más empresas y personas que me consultan y quieren involucrarse en la sostenibilidad. Ver el crecimiento de fundaciones y resaltar esos ejemplos que construyen, es realmente gratificante.

¿Tu mensaje a las nuevas generaciones que te ven como ejemplo?

El periodismo es más que un post en redes con una descripción rebuscada. Es entrega y sacrificio; a veces puedes estar pasando el momento más difícil de tu vida, pero tienes una responsabilidad y debes cumplirla. Aprendes a vivir siendo periodista. Es amar lo que te rodea y sentir que alguien te espera para verte y escucharte. Que nunca estás solo y que tu palabra puede salvar vidas.

¿Cómo es tu vida fuera de las cámaras?

Bueno, me gusta jugar fútbol, aunque lo confieso, lo hago muy poco. Tengo tres hijos maravillosos: uno de 12 años y unas mellas de 3. Casi no me dan tiempo de nada. Entre su educación y ser una madre presente hay una agenda apretada. Además, estudio Derecho y Ciencias Políticas de manera virtual y hago asesorías.

¿Qué cobertura ambiental te ha marcado, y por qué?

La crueldad humana: cómo alguien pudo alguna vez incendiar a un perro y dejarlo morir en el peor de los casos. Lo más bonito fue conocer a un pequeño ambientalista que me enseñó que el mangle es el hogar de los animalitos, de los cangrejitos y que hay que cuidarlos con ternura en medio del lodo... En fin, amor. Mi Panamá verde.

Delia Muñoz continúa siendo una voz influyente en el periodismo panameño, combinando su labor informativa con una profunda conciencia social y ambiental. Su historia es un testimonio de pasión, resiliencia y compromiso con la verdad y el bienestar de su país.

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