- domingo 07 de mayo de 2023 - 12:00 AM
Carlos III y su esposa, Camila, fueron coronados este sábado reyes del Reino Unido en la Abadía de Westminster, en el corazón de Londres, en una solemne y emotiva ceremonia que estuvo presidida por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la iglesia de Inglaterra.
Con toda la tradición medieval reservada para la ocasión, Carlos III, de 74 años, fue coronado para marcar de manera simbólica su reinado, que comenzó, de iure y de facto, el 8 de septiembre de 2022, a la muerte de su madre, la reina Isabel II.
Esta es la primera vez en 70 años que el Reino Unido es testigo de la coronación de un jefe de Estado, para la que se utilizaron insignias reales y la corona de San Eduardo, del siglo XVII, de un peso que supera los dos kilos y ataviada con piedras preciosas.
Los reyes viajaron en carroza
El espectáculo de la coronación, que duró más de dos horas, comenzó a las 10.20 hora local (09.20 GMT), cuando los reyes partieron del palacio de Buckingham rumbo a la abadía en la carroza "Diamond Jubilee", una de las más modernas de la familia real, tirada por seis caballos blancos y escoltada por la guardia real, con sus coloridos trajes rojos y bombines negros.
Miles de personas, ubicadas detrás de las barreras de seguridad en las calles por donde pasó la procesión real, gritaron y agitaron banderas británicas mientras la carroza hacía el recorrido.
Además de los más monárquicos, hubo una protesta por parte de grupos contrarios a la coronación, que portaron pancartas con el título de "Este no es mi rey" y camisetas amarillas.
El director del grupo anti-monárquico "Republic", Graham Smith, y otros organizadores de la protesta, fueron arrestados por la Policía en la céntrica plaza de Trafalgar antes del comienzo de los actos.
Puntualidad Británica
Con puntualidad británica, el servicio litúrgico comenzó a las 11.00 hora local (10.00 GMT), en presencia de miles de invitados, entre ellos los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y representantes religiosos y de los países con los que el Reino Unido mantiene plenas relaciones diplomáticas.
La ceremonia transcurrió con música especialmente seleccionada por el monarca y dirigida por Antonio Pappano, el reputado director musical de la Royal Opera House de Londres.
Antes del momento culminante de la coronación, Carlos III fue ungido con aceite consagrado por el arzobispo de Canterbury, el rito religioso más solemne de la liturgia de hoy, que requería que el monarca estuviera temporalmente oculto a la congregación.
El soberano quedó velado por un panel de tela bordada con motivos de ángeles y un árbol con 56 hojas que representan a cada uno de los países de la Mancomunidad Británica de Naciones.