- viernes 16 de agosto de 2024 - 12:00 AM
El primer consejo es esencial: a las mujeres no les gusta ir al grano. Ellas no entienden el sexo igual que los hombres, tienen más sensibilidad erótica y les encanta jugar antes con sus senos y genitales. Para las chicas, las zonas eróticas más importantes son las que más alejadas de su órgano sexual.
A diferencia de los hombres, las mujeres conciben el sexo como un momento más íntimo y relajado donde las prisas no suelen ser buenas. Tocarle directamente los genitales no te llevará a nada, lo mejor es que la excites, la excites de verdad, y su cuerpo, de forma natural, ya te pedirá que le estimules o la penetres. Pero la clave está en que crees un clima erótico que la predisponga a tener la relación.
Otro de los trucos para poner caliente a una mujer está muy relacionado con lo que acabamos de indicarte: estimularla previamente antes de la penetración es básico para que se excite de veras.
Si quieres que se derrita desde el principio, no le toques ni los genitales ni los senos, comienza acariciándole suavemente su nuca. Acaricia su espalda (sin tocar los glúteos, por cierto ni se te ocurra darle una palmada). Tus movimientos deben ser suaves, háblale bajito y mírale a los ojos.
Las caricias son muy importantes para estimular las emociones, perfectas para abrir la puerta al sexo. Puedes rozar tu mejilla con la suya, mientras la mantienes abrazada junto a tu corazón. Las mujeres son tremendamente románticas, si las conquistas en ese terreno, luego en la cama te van a devorar.
Tienes que desterrar la idea de que a una mujer la puedes excitar de repente tocándole los genitales. No es así. Necesitan un poco más de tacto, un calentamiento más progresivo de todo su cuerpo y, así, el resto empezará a predisponerse para el acto sexual.
Por eso, te recomiendo que sepas cuáles son las zonas erógenas de las mujeres, partes del cuerpo con los que conseguirás estimularlas al máximo. Aunque si algo les vuelve completamente locas son las orejas y el cuello. Unos besos desde los hombros le proporcionarán mucha excitación.
A las mujeres les gusta cerrar los ojos y dejarse llevar por los oídos. Cuéntale lo que la quieres, lo que te gusta, lo que te pone o lo que le vas a hacer. Después besa su cuello con suavidad y ya es toda tuya.