Era alrededor de las nueve de la noche de este domingo, cuando sicarios irrumpieron en un bar y abrieron fuego. 16 personas murieron en el acto y otras 14 resultaron heridas. Los pistoleros, que llegaron en dos camionetas, dispararon también durante la huida contra la gente que estaba en la calle, afectando a inocentes. Tres adolescentes que caminaban por el lugar fueron alcanzados por las balas; uno de ellos, de apenas 12 años, murió en el lugar.

La masacre ocurrió en la comunidad rural de El Empalme, en la provincia costera de Guayas, en Ecuador. Esta localidad, de poco más de 18,000 habitantes, donde la mayoría son agricultores, no sale de su asombro ante el horrendo hecho de sangre.

Cuando pararon los disparos, los propios vecinos del bar fueron los que salieron de sus casas para ayudar a los sobrevivientes que gritaban pidiendo auxilio.

Los reportes relatan que los sicarios no solo dispararon a ese negocio, sino que antes de llegar a armar la terrible escena, ya habían asesinado a otras dos personas.

Zona de guerra

Las autoridades todavía no confirman cuál fue la razón del ataque, pero extraoficialmente se indica que el bar podría haber sido el blanco de una disputa entre grupos del crimen organizado.

En los últimos años, el narcotráfico ha golpeado con fuerza varias zonas rurales de Ecuador, incluyendo a Guayas, enviando una imagen al extranjero de un país violento, lo que contrasta con la fama de “rincón de paz” que tenía hace pocos años Ecuador.

Ahora impera una guerra entre mafias que se disputan rutas y territorios para el tráfico de drogas.

De hecho, este año 2025 ha marcado un nuevo récord de violencia en Ecuador. En los primeros seis meses, se registraron 5,060 muertes violentas, lo que representa 41% más que en el mismo periodo de 2024. La mayoría de estos crímenes se concentran en zonas costaras (como Guayas), donde los grupos armados van desplazando al Estado e intentan tomar control del territorio.