Víctimas inocentes de enfrentamientos
- domingo 18 de julio de 2010 - 12:00 AM
Los disparos con perdigones en Bocas del Toro dejaron dos muertos y un centenar de heridos, pero entre ellos hay quienes ni siquiera estaban en las protestas en rechazo a la Ley 30.
El 8 de julio pasado, José Tarive, un empresario de nacionalidad iraní, decidió cerrar su restaurante a eso de las 9:45 de la mañana, cuando iniciaron los enfrentamientos en Changuinola.
Pero esta decisión que estaba tomando como medida de seguridad, le salió cara, pues lo dejaría marcado de por vida.
Justo cuando José cerraba las puertas de su restaurante, repentinamente perdigones disparados por unidades de control de multitudes impactaron en su rostro y parte de su cuerpo y casi al instante su hermano, quien es propietario de un almacén en la avenida 17 de Abril de Changuinola, llegó a prestarle ayuda, y también fue impactado por los perdigones de los miembros de la Policía.
Esta acción, calificada por la víctima como irresponsable, hizo que José Tarive perdiera sensación auditiva en el oído izquierdo, también tiene lesiones graves en su ojo izquierdo y varios balines incrustados en su cuerpo.
Su hermano Masue Tarive no corrió con mayor suerte, pues fue impactado por perdigones en su ojo derecho.
Los comerciantes indicaron a El Siglo que están indignados por la agresión, ya que ellos no pertenecen a ningún gremio sindical y tampoco eran parte del grupo de manifestantes, pero los uniformados disparaban por todos lados.
Ambos heridos fueron trasladados el mismo día del incidente vía aérea hacia la provincia de Chiriquí, por la gravedad de sus heridas.
Según el afectado, poco fue lo que hicieron para curar sus lesiones en el hospital regional de David y bajo su responsabilidad tomó la decisión de buscar atención privada, pero los resultados han sido iguales.
Los indignados comerciantes se quejan de que han transcurrido diez días del incidente y aún mantienen los balines incrustados en sus rostros, poniendo en peligro sus ojos.
Exigen que el Gobierno los indemnice, porque sin tener motivos fueron agredidos brutalmente.
Hasta el momento hay más de 150 heridos con lesiones graves producto de los perdigones, esto sin contar los que no han sido reportados o no acudieron a ningún centro médico oficial.
Ayer, en su visita a Bocas del Toro, el presidente de la República, Ricardo Martinelli, reconoció que ‘a alguien se le fue la mano en pollo y errar es de humanos’, en referencia a los disturbios de la semana pasada.