Un oficio que lo enamoró desde los 9 años

Casi toda su juventud se la ha dedicado al oficio que le robó el corazón, la zapatería. En un pequeño local ubicado en Calle 16 de Santa Ana, Filiberto Cruz, trabaja por mantener su legado.

Aunque el oficio, que lo cautivó desde los 9 años, tiene alto y bajo, Cruz considera que vale la pena preocuparse por el relevo a los más jóvenes para que se mantenga este trabajo.

Contó que hay pocos jóvenes poniendo sus ojos en este trabajo; se inclinan a laborar en oficinas o en la tecnología e ignorar que el tener una zapatería, aún sigue siendo rentable.

“Siempre habrá quienes reparen sus zapatos”, dijo Cruz, quien añadió que sus nueve hijos saben como hacer esta labor.

Cruz, que ha sacado a adelante a sus hijos, expresó que no tiene queja de su oficio, al punto que si volviera a nacer se dedicará a lo mismo.

El zapatero aconsejó al gobierno y al Ministerio de Educación (Meduca) a incluir en los bachilleres técnicos este y de las artesanías, para que en el país no desaparezcan estos oficios que aún siguen siendo importante en la sociedad.

Confesó que hay pocos jóvenes trabajando en la zapatería. Entre ellos su hijo Fredy Cruz.

Entre sus sueños está enseñarles a los ‘pelaos’ o buena de esta profesión, por lo que anhela crear una escuela para formar más zapateros.