18 terroristas detectados entre los migrantes que atraviesan la selva

A pesar de las críticas por cerrar la selva del Darién, los planes del Gobierno no se detuvieron, al contrario, ya se cerraron entre cuatro y cinco pasos de la frontera natural entre Panamá y Colombia, y ahora menos, luego de que se detectaron terroristas en esa travesía.

Recientemente, se detectó que 18 personas mantenían relación con actividades terroristas y no fueron detectadas por las autoridades colombianas, a su paso por ese país. Además, unas 3 mil personas estaban vinculadas a distintos delitos.

Según el ministro de seguridad, Frank Alexis Ábrego en los próximos días se coordinará con países vecinos la repatriación de los migrantes irregulares, luego de una serie de reuniones sobre el tema.

Con el objetivo de disminuir el flujo de migrantes en el tapón del Darién, las autoridades comenzaron a poner orden, y para eso, ya se enviaron patrulleras del Servicio Nacional Aeronaval, tanto en las costas del Caribe y del Pacífico.

Ábrego advirtió que todo aquel bote, que intente ingresar a las áreas jurisdiccionales del país con migrantes irregulares, provenientes de Colombia, será retenido y puesto a órdenes de las autoridades policiales o migratorias de ese país.

La vigilancia también será por tierra, ya que las distintas trochas y caminos que comunican con Colombia, el Servicio Nacional de Fronteras, ha establecido una serie de cierres temporales.

En estos cierres, según el ministro, las unidades se mantendrán para orientar a los migrantes, a fin de que se dirijan a los puntos establecidos debidamente, como Lajas Blancas, localizada sobre el río Turquesa y Chucunaque.

“Lo que hemos tratado de establecer, precisamente por el respeto de los derechos humanos y garantizar su vida, fue la creación de un paso humanitario, que inicia en Cañas Blancas, sigue por el río Turquesa, pasa por Bajo Chiquito y llega a la población de Lajas Blancas, donde son atendidos por organismos como Cruz Roja Internacional, Cruz Roja Nacional, Unicef, Acnur y otros”, explicó.

Solo el pasado 9 de julio se dio el naufragio de una embarcación en aguas del Caribe de Colombia, en la que viajaban 18 migrantes, de los cuales 15 fueron rescatadas, dos desaparecidas y una persona perdió la vida.

La realidad es que hasta junio de este año 186 mil 969 migrantes han atravesado la selva; mientras que en el 2023 fueron más de 520 mil foráneos, un 20 % de ellos menores de edad y adolescentes, una cifra sin comparación.

Aunque fue claro al reconocer que el flujo migratorio no se va a detener de un día para otro, y repitió que este problema no solo es el Istmo.

Otro que se pronunció ante este tema fue el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, quien reiteró que es necesaria una mayor injerencia del ejército colombiano en las acciones que se están tomando para mitigar la crisis migratoria en la frontera.

Entre las críticas más recientes contra las medidas aplicadas por el país, están los miembros de la Red Clamor en Panamá, integrada por organizaciones eclesiásticas que acompañan a la población migrante, refugiados, desplazados forzosos y víctimas de trata.

También el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien acotó que los alambres de púas en la selva solo traerán ahogados en el mar.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, anunció que Estados Unidos expandió, desde ayer su política de restricciones de visas.