la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Las Acacias fue el escenario del acto de envío de los jóvenes panameños que representarán al país en el Jubileo de Esperanza. El arzobispo metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa, presidió la homilía de envío, destacando el compromiso y la misión que asumen los peregrinos.

“Hoy es un día de gracia”, comenzó diciendo Ulloa, recordando con emoción que Panamá ya fue testigo de una fiesta de fe inolvidable durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2019. Esa semilla, según expresó, sigue germinando con fuerza en el corazón de los jóvenes.

“Van como testigos, no como turistas; a mostrar que la fe sigue viva y la esperanza no ha muerto”.

Ulloa enfatizó que el objetivo no es regresar con anécdotas superficiales, sino con el alma encendida y transformada. “Lo más grande no es el éxito externo, sino la relación viva con Dios. La verdadera alegría es saberse amado por Él”, afirmó, citando la frase de Jesús a los discípulos.