Panamá celebra el primer día de la mujer indígena

CONMEMORACIÓN

Hoy, 5 de septiembre de 2015, la República de Panamá, una nación pluriétnica y multicultural, celebra por primera vez el Día Nacional de la Mujer Indígena, promulgado bajo la Ley N.º 9 de 31 de marzo de 2015 y publicada en la Gaceta Oficial 27751-B.

Esta norma busca resaltar y promover los valores, virtudes, cultura y tradiciones que la mujer indígena aporta al desarrollo.

La Ley 9 establece que las instituciones públicas y privadas, las entidades autónomas y semiautónomas, los congresos generales y las autoridades tradicionales desarrollarán el 5 de septiembre de cada año, actividades orientadas a exaltar el aporte cultural, económico y laboral de la mujer indígena. Al tiempo que el Estado procurará la distinción personal de la mujer indígena que durante el año anterior a la fecha se haya destacado particularmente en la sociedad panameña.

Al cierre de esta nota no conocía el nombre de la primera mujer indígena en ser premiada. Tampoco he escuchado de actividades para enaltecer el papel de la mujer en el desarrollo de los pueblos originarios.

María Olimpia de Obaldía escribió hace muchas décadas el poema Ñatore May, que para ese tiempo describía la situación de la mujer indígena ngäbe. Décadas han pasado y aún en el tercer lustro del tercer milenio la mujer indígena sigue siendo objeto de discriminación, pues el machismo sigue imperando a todo nivel aunque algunos insistan en ocultarlo.

Hoy, la mujer de los pueblos originarios ha empezado a evolucionar y lucha para salir de su oscuro pasado marcado por leyes y tradiciones. La mujer de los pueblos originarios del siglo XXI es diferente a la de unas décadas atrás.

Pocos conocen el Movimiento de Mama Tatda que se dio entre los ngäbes en los años sesenta, que rompió por un tiempo todos los paradigmas tradicionales. El movimiento religioso, liderado por Delia Bejerano o Besiko en su lengua natal conocida como Mama Chi, se fundamentó en valores sociales y culturales que buscaban un mejor futuro para la comunidad. Pretendía acabar con la balsería, la chichería, los ritos de iniciación, la poligamia y la violencia de género que, según Besiko, ‘solo traían la destrucción de hogares y la marginación aún más de los latinos hacia su gente'.

Más de 50 años después otra mujer destaca incluso sobre los hombres de su comarca. Se trata de Silvia Carrera, mujer que ha incursionado de una u otra forma en la política y en la defensa de los derechos ancestrales de su comarca.

Berta Joubert-Ceci preguntó en una entrevista personal a Carrera sobre el papel de la mujer (indígena), ella contestó: ‘La mujer está en todo. Si hay una reunión de la escuela, de la educación, los que llegan son más mujeres. Igual en la manifestación, puras mujeres. En todas las luchas siempre está la mujer junto con el hombre. El papel de la mujer es estar constantemente en la lucha'.

En las diferentes comarcas que aglutinan a los grupos originarios en Panamá, las mujeres no solo juegan un papel reproductor y maternal, sino que también llevan la misión de salvaguardar el legado cultural de grupo étnico, trátese de las ancestrales molas, chaquiras, chácaras, cestas.

‘Dentro de la cosmovisión indígena y la espiritualidad, las mujeres tienen un valor significativo para garantizar la coexistencia de la cultura'.

La producción cultural de los grupos originales está compuesta por una amalgama de productos artesanales que hoy tienen marcas registradas en la Dirección General de Propiedad Intelectual del MICI.

Que este día sirva para conmemorar la lucha de las mujeres indígenas contra la discriminación hacia sus pueblos y hacia ellas. Debe analizarse qué hacen las autoridades para dar a las mujeres de los grupos originarios igualdad, equidad y calidad de vida. ¿Podrá ser hoy, el inicio de una nueva vida para la mujer indígena? La respuesta es muy difícil y realmente no lo creo. Solo el tiempo lo dirá, porque la ley no lo dice. Mucha letra y poca profundidad .

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DATO

9  Número de la Ley que crea el Día Nacional de la Mujer Indígena