- sábado 11 de junio de 2022 - 12:00 AM
Uno de los aspectos importantes que aborda este libro son las referencias que se hacen de los escritos de Justo Arosemena y Belisario Porras entre otras referencias que sustentan sus argumentaciones el Dr. Beluche contra la historia oficial. Estas fuentes sirven para determinar el pensamiento político de la época en un contexto de las polémicas de la categoría de nación e independencia y la participación de los Estados Unidos y el Tratado Herrán-Hay que generó la polémica en los senadores colombianos e istmeños. Es un libro que invita a reflexionar sobre lo que postula la historia oficial y que, además, demarca una nueva postura revisionista de la historia panameña, pero desde la perspectiva de la decolonialidad.
Otro de los puntos interesantes vistos en este libro es la critica que hace a Soler con respecto a cómo alaba el sacrificio del latifundista Santiago e la Guardia y se refiere al pueblo procolombino y liberal de forma peyorativa, atribuyendo tales actitudes como resentimiento de clase.. Una actitud que Olmedio lo ve muy contradictorio y un error de perspectiva muy común en Panamá por reducir la compleja historia panameña del siglo XIX a un conflicto nacional. Olmedo se basa esa problemática en que es un conflicto político y social donde se enfrentaban dos concepciones distintas.
Olmedo, en el capítulo X, sostiene 10 argumentos que contradicen la postura que asumen las leyendas dorada y ecléctica sobre que no hubo intervención norteamericana. Esta primera argumentación se basa en que en ningún de los libros de texto escolares que se usan en las escuelas panameñas se menciona la intervención norteamericana en el acontecimiento de 1903. Como es el caso de Compendio de la historia de Panamá de Sosa y Arce y La historia de José Agustín Arango cuyas narraciones apenas dan relevancia a la intervención norteamericana.
En este capítulo, el Dr, Olmedo enumera las siguientes argumentaciones de la historia oficial que defienden las siguientes tesis: hubo intervención pero la idea de la separación fue de José Arango, no hubo sobornos en Panamá, no hay evidencias de un negociado con las acciones del canal francés, Cromwell no intervino porque dejó plantado a Amador, todas las independencias han recibido el apoyo extranjero, Panamá ya era una nación y diferencia de Colombia, que el Istmo de Panamá intentó separarse en repetidas ocasiones, quienes defienden la leyenda negra no conocen la historia, todos los panameños anhelaban la separación, Colombia oprimía y explotaba a Panamá, Igual, gracias a los próceres somos independiente.
Tesis estas que el Dr.Olmedo Beluche contrargumenta tomando en cuenta fuentes primarias de los personajes que participaron en la separación de Panamá de Colombia y de personajes norteamericanos que evidenciaban tales actos de intromisión.También, para desmantelar los mitos de la historia oficial Beluche parte de la tesis de que los hechos acaecidos el 9 de enero de 1964 representan el verdadero día de la independencia, porque hubo una verdadera participación popular antiimperialista y fue nuestra verdadera gesta por la independencia nacional del siglo XX, ya que se buscaba la independencia nacional del tutelaje colonial. Mientras que el 3 de noviembre de 1903 fue la conspiración de una élite con intereses foráneos, lo que determinó que los estadounidenses ayudara a Panamá a separar de Colombia sin la intención de hacernos libres y soberanos, ya que los norteamericanos buscaban apropiarse de una franja interoceánica para construir un protectorado con el apoyo de un puñado oligarcas de panameños, los accionistas de una compañía francesa, grandes capitalistas de Wall Street y con el apoyo del gobierno de Teodoro Roosevelt. De esta manera, para Beluche, los apologistas del 3 de noviembre resaltan el seudonacionalismo.
Hay que destacar que, para comprender el libro El mito de los próceres del Dr. Olmedo Beluche, tradicionalmente ha predominado, en la manera de escribir un texto histórico, paradigmas del pensamiento europeo, dado los cuatro siglos de presencia de la colonia española en nuestro suelo y la presencia de los norteamericanos a partir del siglo XIX, por lo que se ha tomado como ideal al momento de hacer la historiografía el positivismo bajo el concepto ideológico de civilización y barbarie, muy presente en las novelas latinoamericanas, generando con ello la admiración a la civilización europea y, luego, la norteamericana, en detrimento de las culturas nativas fragmentando con ello la identidad.
Como nuestros orígenes científicos vienen de la triangulación entre pasado colonial que no toma en cuenta a los negros e indígenas, las oleadas migratorias de los siglos XIX y XX que refuerzan esa ideología positivista del progreso y el criollismo, todo el discurso historiográfico panameño está cimentada sobre postulados románticos que muchas veces se alejan de la realidad y asumen un carácter ficcional literario que el Dr. Olmedo desmantela con fuentes primarias.
Vemos en el libro del Dr. Olmedo Beluche lo que afirmara Nejamkis (2010) el distanciamiento del paradigma científico dominante y comenzar a construir líneas de pensamiento proclives a la creación de categorías, que permitan explicar la realidad Latinoamericana desde Latinoamérica misma.