- domingo 22 de diciembre de 2024 - 11:15 AM
El alma del tren que dejó de funcionar hace más de dos décadas se volvió a sentir el 20 de diciembre en la antigua estación. Su esencia fue invocada por quienes participaron de una jornada de puertas abiertas en el Museo del Ferrocarril Bugabeño.
Vagones, herramientas, fotografías, rieles y los testimonios de antiguos usuarios y trabajadores permitieron reconstruir el significado de este medio de transporte, esencial para el desarrollo de Chiriquí. Desde temprano, Samuel Samudio, director del museo, y su equipo atendieron a los asistentes, quienes compartieron recuerdos del tren, conocido como “el motor”, cuyas llegadas eran un reloj para los pueblos.
El Ferrocarril Nacional de Chiriquí, obra visionaria de Belisario Porras, fue criticado en su momento, pero incentivó la creación de comunidades que hoy lo recuerdan con nostalgia. Aunque pequeño, el museo cuenta la historia de ocho décadas del tren. Jóvenes y mayores exploraron piezas que evocaron anécdotas, como las gomas de mascar que gracias al tren algunos pudieron conocer en sus remotos pueblos o el temor de quienes lo veían como una bestia devoradora de personas.
El evento incluyó un panel con la historiadora Milagros Pinzón Sánchez, autora del libro Vida sobre rieles; Daniel Samudio, investigador; Nathaly Castillo, docente e investigadora; Sergio Aguina, ingeniero que forma parte del grupo Amigos Pro Rescate del Ferrocarril de Chiriquí; y Manuel Herrera, quien fue usuario del tren. Reflexionaron sobre la importancia histórica del ferrocarril, su administración y decadencia. Pinzón detalló el contenido del libro, Castillo compartió los retos de documentar su historia, Samudio se refirió a los temas financieros y Aguina explicó cómo los rieles fueron reutilizados en cercas y postes.
El alcalde Rafael Quintero destacó su compromiso con preservar la memoria ferroviaria. La actividad, organizada por Amigos Pro Rescate del Ferrocarril, el Museo del Ferrocarril Bugabeño, la Alcaldía de Bugaba y Culturama,y que contó con el apoyo de la Red de Museos y Centros de Visitantes de Panamá, buscó promover el valor del tren y su impacto cultural, social y económico. Para Jonathan Álvarez, cineasta bugabeño y uno de los principales miembros del colectivo, la conexión de la comunidad con su pasado ferroviario fue un estímulo para continuar investigando y divulgando esta historia, parte esencial de la identidad chiricana.