‘La literatura jamás morirá', Orit Btesh
- martes 16 de agosto de 2022 - 5:02 PM
Su amor por los libros y la educación ha permitido que por más de 10 años la empresaria panameña Orit Btesh dirija con ahínco la Cámara Panameña del Libro (CAPALI), organización encargada de realizar la Feria Internacional del Libro (FIL), la fiesta literaria más grande de todo el país.
Desde su oficina rodeada de grandes autores, Btesh conversó con El Siglo sobre la importancia de la literatura en la sociedad, el valor de los escritores nacionales y los pormenores del evento que este año regresa de manera presencial y en una nueva casa, el Megapolis Convention Center.
¿Qué puede esperar el público de la Feria Internacional del Libro después de dos ediciones virtuales?
Creo que es un gran logro regresar de manera presencial y aún más tener de invitado especial a la Unión Europea. Los 27 países que la conforman están muy interesados en Panamá porque nos ven como una sede cultural importante.
Este año la feria se muda a una nueva casa, ¿cómo describe este cambio?
Cuando te mudas de casa salen cosas nuevas que no esperas y aunque esto me preocupa un poco, sé que el centro de convenciones Megapolis está preparado para recibir a las 100 mil personas que esperamos durante los días de la feria.
Además, tenemos más de 300 mil estacionamientos para autos particulares y paradas de buses cerca que permiten que las personas puedan acceder de manera más fácil al evento.
Han sido varios años trabajando con autores panameños, desde su punto de vista, ¿qué distingue a la literatura panameña de las demás?
La literatura panameña es muy nacional, los panameños escriben sobre sus experiencias diarias. Desde mi punto de vista la literatura latinoamericana en general es una categoría diferente porque habla de las experiencias íntimas en nuestros países, y eso es lo que la hace especial.
Por otro lado, debo informar que La Cámara Panameña del Libro ha solicitado al Gobierno Nacional para que nos ayude a exportar a nuestros escritores que tienen mucho talento, pero son poco conocidos. Tenemos fe en que sea así y que más adelante sean reconocidos de manera internacional.
Debo destacar que durante estos dos años de pandemia surgieron nuevos talentos nacionales, muchos que expondrán sus obras en la feria.
¿Las versiones digitales dieron los resultados que se esperaban?
Yo no sé ni prender una computadora, pero nos tocó montar una feria virtual. Considero que fue un éxito porque pudimos interactuar con 187 mil personas de 50 países diferentes que entraron a la plataforma tridimensional.
En un mundo donde reina la tecnología, ¿qué papel juega la literatura?
La tecnología ha sido positiva en la literatura. Al contrario de lo que piensan muchos las nuevas tecnologías han logrado que las personas se acerquen a los libros, al punto que las ventas de los libros físicos han aumentado. Nada acaba con nada porque al final todo se complementa, lo importante es que la ciudadanía lea ya sea en papel, en Kindel, ya sea un cómic o un periódico. Pero que no dejen de leer.
Quiere decir entonces, ¿qué el libro como lo conocemos, no va a morir?
Jamás va a morir, así como la televisión no acabó con la lectura, así como la radio no desplazó los libros, hoy los dispositivos móviles no van acabar con ellos. Los seres humanos nos asustamos ante lo desconocido, pero tenemos que entender que la evolución es para bien.
¿Cómo podemos atraer a las nuevas generaciones a la lectura?
Dando el ejemplo, si un niño ve a sus padres leyendo, él o ella va a querer leer. Si nosotros leemos nuestros hijos nos van a imitar. Así como los llevan al cine, también los pueden llevar a una librería a pasar la tarde, de esta manera se divierten y se educan.
Han sido más de 10 años a cargo de la CAPALI, ¿cuál es el futuro de la Cámara Panameña del Libro y de la Feria del Libro?
Es una pregunta muy difícil. Pero yo creo que los líderes no se deben perpetuar, creo en el cambio generacional, por eso invitó a los jóvenes a tomar el liderazgo para que la Cámara pueda crecer. Estamos en un mundo donde no te haces millonario con los libros, pero no hay que olvidar que la cultura y la educación son alimento para el alma.