Por segunda vez en el año, el Instituto Profesional y Técnico de Capira (IPTC), el principal centro educativo del distrito con más de 1,600 estudiantes, cierra sus puertas.

Esta vez, la causa es un brote de alergias, dolores de cabeza y otros síntomas que han afectado al menos a 32 estudiantes, según lo ha indicado el director, Adriano Pérez.

Entre los casos detectados hay jóvenes con reacciones alérgicas y una alumna que presenta temblores, lo que ha generado preocupación entre padres de familia y docentes.

Ante esta situación, el Ministerio de Educación (Meduca) decidió suspender las clases durante 10 días. Durante ese tiempo, a partir del próximo lunes 11 de agosto, los alumnos recibirán módulos impresos para continuar su formación académica desde casa. No obstante, la entidad enfatizó que el regreso a las clases dependerá de los resultados médicos y de que se confirme que existen condiciones sanitarias óptimas.

Especialistas en salud ya se encuentran en el plantel para investigar las causas de los malestares, que aún no han sido determinadas. También se están solicitando exámenes a los alumnos afectados. Incluso, el pasado martes, el Ministerio de Salud (Minsa) activó el protocolo de Sala de Situaciones en respuesta a estas afectaciones.

Para hoy se tiene prevista una reunión urgente entre los diferentes departamentos de salud con el fin de evaluar las condiciones del plantel.

Esta no es la primera vez que el IPTC enfrenta una situación similar. En abril de este año, el centro estaba cerrado tras confirmarse casos de leptospirosis. Poco después, se sumó el paro nacional docente, que arrancó el 23 de abril y se extendió hasta julio, en rechazo a las reformas de la Caja de Seguro Social (CSS).

Cuando las clases finalmente se reanudaron el 7 de julio, surgieron nuevas denuncias: los estudiantes alertaron sobre la turbiedad y presencia de sedimentos en el agua, lo que obligó al Meduca a evacuar nuevamente el colegio. Aunque se informó que el problema había sido resuelto, esta semana resurgieron los síntomas entre el alumnado y docentes.

Cansados de la incertidumbre y la falta de respuestas, los padres de familia del IPTC exigen una investigación exhaustiva que esclarezca lo que realmente está ocurriendo en el plantel. “No es normal que en menos de cinco meses el colegio haya sido cerrado varias veces por problemas de salud”, expresó uno de los acudientes, quien pidió mayor seriedad por parte de las autoridades, recordando que se trata de menores de edad que ya han perdido demasiadas clases.

Esta semana, el Departamento de Control de Vectores ha realizado inspecciones en el plantel, mientras que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) llevó a cabo pruebas al agua potable. Además, se realizará una evaluación de la calidad del aire para descartar posibles causas ambientales.