IDAAN: El plan es aumentar el monitoreo y limpieza para evitar afectaciones en las potabilizadoras

Hace unos meses el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), batalló con una sequía prolongada que azotaba al país desde el año pasado, ahora le toca subirse al ring contra La Niña. La tarea no será fácil.

Tanto con la sequía y ahora con las lluvias, productos del fenómeno de La Niña, quienes se llevan la peor parte son los ciudadanos, porque el servicio en ambos escenarios se suspende. Las fuertes precipitaciones han ocasionado que algunas potabilizadoras paren el servicio por turbiedad y otras veces por seguridad.

El director del Idaan, Juan Antonio Ducruet, ha indicado que el fenómeno de La Niña entró con fuerza y esto afecta las tomas de agua en los ríos.

Ante esto, el director Nacional de Operaciones del Idaan, Iván Cano, explicó que el plan que tiene la entidad es aumentar el monitoreo de las aguas crudas y la limpieza en las plantas para evitar daños.

Según Cano, cada una de las potabilizadoras del país, que 56 operadas por el Idaan, están diseñadas bajo un margen de calidad del agua que procesa, si la misma es superada, se detiene la operatividad, para iniciar un monitoreo en los ríos, analizar y dosificar el agua con los elementos químicos se le deba agregar para que sea consumible y restablecer el servicio. “El plan es continuo monitoreo y tomar las decisiones acertadas ante las dosificaciones de los químicos”, reiteró.

Explicó que en todas las plantas hay biólogos, químicos y laboratorios que hacen las pruebas en los ríos y en las aguas tratadas, porque la prioridad es que el agua sea segura.

Detalló que cuando hay intensidad de lluvia estas arrastran sedimentos, troncos, piedras y demás materiales que pueden dañar los equipos, ante ese escenario también se detiene las potabilizadoras.

“Cuando se detiene el servicio por esa causa se llevan equipos para limpiar las estructuras de captación de las aguas crudas, para salvaguardar el equipo como las bombas o motores en plantas que están en los ríos, por ejemplo, un conjunto de motor- bomba nuevo puede costar más de $150 mil”, argumentó.

También aclaró que si mete agua sucia a las plantas y esta se contamina, por ende se debe limpiar y desinfectar; eso es un gasto que se aumenta con las lluvias.

En estos días de lluvia varias plantas han tenido que suspender la operatividad. Solo el pasado 15 de junio de este año, el Idaan, notificó que el funcionamiento de nueve plantas potabilizadoras en Chiriquí, Coclé, Veraguas y Herrera, se vieron afectadas.

Mientras que el pasado martes, la entidad informó que en Penonomé, por la crecida del río Zaratí, se suspendió la operación en la planta potabilizadora, afectando a varias comunidades que estarán sin suministro: Chigoré, El Carmen, Cuarto Centenario, Cerro Centenario, El Encanto, Avenida Central, El Chorrillo, El Prado, Altos del Prado, Las Lomas, Miraflores, Vista Hermosa, Las Delicias, Villa Karola y áreas aledañas.

Y eso seguirá ocurriendo, ya que el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) pronostica que las precipitaciones aumentarán de manera significativa en este año, y que tendrá un comportamiento del clima muy parecido al 2010, 2016, 2019 y 2020; años donde las lluvias dejó luto y dolor en los panameños.

Incluso, Luz Graciela Caldazilla, directora del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (Imhpa), ha mencionado que con la entrada del fenómeno de la Niña se espera que se presente características muy parecidas al año 2020 (Eta y Lota).

Han proyectado una transición muy acelerada entre el fenómeno de El Niño a La Niña.