Frank Ábrego: Aumentarán los vuelos de deportación de migrantes irregulares

El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Alexis Ábrego, manifestó que se está coordinando para ir aumentando, poco a poco, los vuelos de deportación y expulsión de migrantes que han ingresado de manera ilegal por las diferentes trochas del tapón de la provincia de Darién.

Indicó que se mantiene una buena coordinación con el Gobierno de Estados Unidos, principal aliado en combatir la migración irregular en el continente. “Es claro y evidente que, ante el volumen de personas, es difícil decir que vamos a deportar unos 500 por día, pero estamos mejorando la logística. Estamos en el inicio de este programa”.

“La repatriación como tal es voluntaria y dependerá de las personas si quieren regresar a sus países, pero hemos detectado a muchos que ingresan por Darién, que tienen amplios prontuarios delictivos y que son buscados por la Interpol y las policías de Ecuador, Colombia y otros países. “El objetivo es cortar el paso de estos criminales hacia Estados Unidos”, indicó el funcionario.

“Nuestro interés primordial es proteger a la ciudadanía del acceso de estos delincuentes que intenten pasar a través de nuestro país; por ejemplo, en los dos últimos meses hemos detectado a dos miembros de la mara Salvatrucha de El Salvador y el último incluso ya residía en nuestro país”.

El ministro Ábrego indicó que el aporte inicial de Estados Unidos para pagar los vuelos de deportación es de seis millones de dólares, pero que el memorándum de entendimiento firmado entre ambos países es abierto para la cantidad de dinero que se pueda conseguir para esta tarea.

El sábado pasado, en la operación Arcángel Miguel, en su noveno día de operaciones en coordinación con el Ministerio Público y el Ministerio de Ambiente (Mi Ambiente), ubica un campamento clandestino ubicado entre los ríos Tacartí y Membrillo, en el sector conocido como Dos Bocas.

Este campamento es producto de la explotación de las economías ilícitas circulares que lucran del sufrimiento y desesperación de los migrantes que son guiados por coyotes hasta este punto desde las costas del Caribe.