¿Es o no la Universidad de Panamá una guarida como dice Mulino?

- jueves 24 de abril de 2025 - 11:00 AM
La guerra de palabras entre el presidente de la República y la Universidad de Panamá está que arde. Ayer, el rector Eduardo Flores Castro rompió el silencio y se fue de frente contra José Raúl Mulino, luego de que este calificara al campus como “una guarida” en vez de una universidad.
“La Universidad de Panamá no es ninguna guarida. ¡Somos la historia viva de la Nación!”, respondió Flores, visiblemente molesto.
Y no se quedó ahí. Le recordó al mandatario que esta institución cumple 90 años de servirle al país, formando generaciones y luchando por la democracia.
La polémica estalló tras una entrevista del presidente en el pódcast OliMezaTV, donde dijo sin pelos en la lengua:
“Ese campus es todo menos una universidad. Parece más una guarida que un centro de estudios superiores”.
Mulino incluso acusó a estudiantes y autoridades de usar la universidad como “trincheras políticas”, y dejó entrever que hay permisividad desde la rectoría.
El rector no se quedó callado. Aseguró que se están tomando medidas contra quienes incurren en actos violentos y que no se toleran conductas que riñen con el espíritu académico.
“Me gustaría hablar cara a cara con el presidente. Explicarle el verdadero papel que juega esta casa de estudios en la sociedad panameña”, dijo Flores.
Pero la defensa no vino solo del rector. José Álvaro, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (APUDEP), también le cantó las cuarenta al presidente.
“Sus palabras olvidan los 90 años de historia de esta institución democrática. Aquí se gestó la lucha por la soberanía y la justicia social. Señor presidente, la Universidad de Panamá no es responsable de sus frustraciones ni del rechazo que hoy enfrenta”.
Álvaro incluso lo retó públicamente:
“Lo invito a un debate sobre la universidad, su historia y su presente. Que venga con su gabinete, y aquí lo esperamos”.
La cosa promete seguir. La comunidad universitaria está encendida, y muchos ya hablan de organizar foros, marchas y pronunciamientos para defender lo que consideran un ataque frontal a la educación pública.
Una cosa es segura: la Universidad de Panamá no se va a quedar callada.