Edificio de la Asamblea Nacional se está cayendo a pedazos

El edificio de la Asamblea Nacional, que por fuera aparenta modernidad y solidez, presenta serios problemas estructurales en su interior. A solo nueve años de su inauguración, el agua se filtra por varias zonas del inmueble, lo que ha generado humedad y moho, incluyendo grietas cercanas a la oficina de la presidenta.

Sin embargo, el problema va más allá de la humedad. El diputado Neftalí Zamora, de la coalición Vamos, advirtió que “se está cayendo el techo”, mientras que la diputada Walkiria Chandler alertó que la losa del palco de medios de comunicación “está cediendo”. De hecho, un fragmento del cielorraso se desprendió y cayó desde cinco pisos de altura, lo que obligó a clausurar el área común del edificio por riesgo de más desprendimientos.

Este edificio, inaugurado hace una década y con un costo superior a los 27 millones de dólares, debería estar en buenas condiciones. Sin embargo, la falta de mantenimiento general es evidente. A pesar de que entre 2019 y 2024 la Asamblea Nacional administró un presupuesto de 950 millones de dólares, el portal de compras públicas, Panamá Compras, no muestra licitaciones relacionadas con el mantenimiento del edificio. Solo se han realizado reparaciones puntuales en el sistema de aire acondicionado, que incluso presenta problemas de goteo.

El deterioro de una estructura tan reciente y el manejo del presupuesto asignado a la Asamblea Nacional plantean interrogantes sobre la gestión de los recursos y las prioridades en el mantenimiento de la infraestructura pública.