La desinformación y el peligro de manipulación

Las redes sociales se han con vertido en cierto sentido en una virtual amenaza en materia de desinformación, a pesar de su inmediatez, sobre todo en una elección política en cualquier estado del mundo.

Eduardo Valdés Escoffery, magistrado vicepresidente del Tribunal Electoral y director del Plan General de Elecciones 2024, detalló que los intentos de desinformación para manipular el voto, es una de las amenazas del siglo XXI que más afecta la legitimidad de una elección por la posible manipulación de la voluntad del elector.

Cuentas ocultas

‘Por eso es muy importante que los organismos electorales continúen equipándose con unidades especializadas en la comunicación digital para no solamente propiciar pactos éticos digitales sino para monitorear en la red y saber quién está haciendo qué y viole la ley y en qué forma, para coordinar con la respectiva red y que cesen esas desinformaciones ya sea aplicando las reglas de la propia red social o enviando una orden judicial ordenando a la red que baje una propaganda pautada en veda'.

Valdés advirtió que en las redes sociales, el que quiere hacer daño no da la cara, sino que usa el anonimato por ende no se le puede aplicar una sanción a alguien a quien no se sabe su identidad.

‘En muchos casos no se puede responsabilizar a quien realmente es el autor intelectual, lo importante es cesar la cuña [propaganda] que está haciendo un daño sin fundamento, como las campañas negativas pero no sucias, donde digo un hecho negativo tuyo pero que es cierto, eso está permitido'.

Un espectáculo

La docente universitaria y presidenta del Forum de Periodistas, Raquel Robleda cataloga las elecciones como un espectáculo, en gran medida.

‘Estamos viviendo en la era de la desinformación pero es un ca so totalmente contradictorio, porque nunca los seres humanos habíamos tenido tanto acceso a la información y nunca habíamos estado tan cerca y hemos dicho que la información es poder, siempre y cuando la utilicemos de manera oportuna, sino puede ser un arma letal y en contra de todos'.

La misma energía del espectáculo genera algo denominado la ‘infodemia', en la cual tenemos más información que nunca, pero nos preguntamos: ¿qué es lo cierto y qué es lo falso?

‘La historia de las noticias falsas es tan antigua como la existencia del ser humano, (...) es tan antigua que viene con la mentira en la política y con la construcción de nuestras sociedades', adviertió Robleda.

‘Los políticos muchas veces son las mentiras de cuentas para impedir que la gente se entere de cosas que le resultaría muy embarazosas. El problema es que los ciudadanos de alguna manera también los encubrimos, cuando nos creemos esas mentiras, estamos contribuyendo a ese cliché, las abordamos como historias verdaderas y contribuimos a difundirlas', destacó.