Constitución real... una opinión

Hace poco un reconocido jurista, en conferencia virtual, calificó de absurdo el atribuirle a la Constitución los problemas que atraviesa el país
  • jueves 04 de febrero de 2021 - 12:00 AM

Hace poco un reconocido jurista, en conferencia virtual, calificó de absurdo el atribuirle a la Constitución los problemas que atraviesa el país, porque allí no reside la causa; afirmando coincidir con Ferdinand Lasalle, quien en 1862 sostuvo que en todo Estado confluyen dos Constituciones, la efectiva, formada por la suma de los factores reales de poder, que rigen en la sociedad y la Constitución escrita; tesis que comparten muchos abogados, agregando: la Constitución vigente no tiene nada de militarista; incluye todas las garantías propias de un Estado moderno. Si los derechos consignados no se respetan, lo pertinente es tratar de hacer que se cumplan; como sociedad, debemos trabajar en esa dirección, en vez de insistir en reemplazar la Constitución, como algunos proponen. Aunque profano en la materia, discrepo del docto conferenciante.

Aquí, el poder político está subordinado al poder económico, haciendo de la democracia representativa una ficción, que salvo contadas excepciones, ha estado al servicio incondicional de los pocos, en claro detrimento de las necesidades e intereses de la mayoría. Los que hacen las leyes, quienes las aplican en el servicio público y los encargados de administrar justicia, trabajan en armónica colaboración, en el contexto de una presunta legalidad, que les permite usar el andamiaje institucional para saquear los recursos públicos mientras aparentan servirle al pueblo. Sistema que, periódicamente, reemplaza a su instrumento, cuidando las formalidades para obtener la validación del electorado; cerrando así el círculo de un modelo fraudulento, depredador e inhumano. De aquí que, cada vez, las desigualdades sociales, sean más profundas y la corrupción y su íntima aliada, la impunidad, resulten más escandalosas. El conferenciante omitió la respuesta que Lasalle le diera a su propia pregunta: ‘cuándo puede decirse que una Constitución escrita es buena y duradera?.: ‘Cuando esa Constitución escrita corresponda a la Constitución real... allí donde la Constitución escrita no corresponde a la real, estalla inevitablemente un conflicto que no hay manera de eludir y en el que a la larga, tarde o temprano, la Constitución escrita, la hoja de papel, tiene necesariamente que sucumbir ante el empuje de la Constitución real, de las verdaderas fuerzas vigentes en el país'.

La mayoría comprende que el fraude antecede a las ‘elecciones', que las campañas son una farsa montada por los representantes de las distintas facciones del poder económico, a través de sus partidos políticos o de los ‘independientes'. Y sabe que los cómplices y beneficiarios del modelo vigente, harán hasta lo inimaginable para perpetuar el engaño, objetivo para el cual, la educación postrada es de gran ayuda. De modo que lo que parece absurdo e inadmisible es que algunos intenten convencer con medias verdades o falsedades completas; no obstante saber que el interés colectivo debe primar sobre el particular. A pesar que la mayoría absoluta de los medios de comunicación social, está en manos de los factores reales de poder; es un deber ético e histórico, sobretodo para la juventud, evitar mayores traumas y peores sufrimientos; y para ello, lo racional, urgente e inaplazable es el referéndum, por la Constituyente... Ud qué opina?

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