- martes 31 de enero de 2017 - 12:00 AM
TESTIMONIO
Rodrigo tiene 39 años y desde hace dos años camina todos los días del barrio de Santa Ana, donde reside, hasta la basílica de Don Bosco, en Calidonia.
Allí, en la inmensa puerta de entrada, se sienta en una silla roja y empieza con sus canciones a alabar a Dios.
‘Yo lo amo mucho porque, cuando le pedimos algo con fe, él intercede (Don Bosco) ante Dios por nosotros y así obtenemos la respuesta que le pedimos', comenta Rodrigo mientras los feligreses salen y entran del templo.
Rodrigo es delgado, tiene los cabellos ondulados y su rostro enjuto refleja inocencia.
Hace dos años –cuenta– mientras se bañaba en una piscina en San Carlos, el cloro que echaron en la piscina afectó sus ojos y estuvo a punto de perder la visión.
‘Cuando el doctor me dijo que me iba a quedar ciego, yo me quería morir y maldije a Dios', narró.
Asegura que mientras estaba en la habitación del hospital escuchó una voz que le dijo que no se preocupara, que todo iba a estar bien.
‘La voz me decía ven y sígueme, y te aseguro que encontrarás la verdadera paz', añadió.
Desde entonces, Rodrigo afirma que alaba a Jehová en la iglesia de Don Bosco y lo seguirá haciendo hasta que Dios lo lleve a su lado.
Festividades
Hoy, 31 de enero, día en que se conmemora la muerte del santo, se espera que unos 150 mil devotos participen en la procesión que iniciará a las 4:30 de la tarde en Calidonia.
Miguel Giorgio, párroco del templo, comentó que todo está listo y que las festividades iniciarán con una serenata a las 5:30 de la mañana, seguida por misas durante todo el día hasta las 4:30 p. m., cuando se inicia la procesión que recorrerá las principales vías de Calidonia. La fiesta culminará a las 7:30 p. m. con una misa oficiada por el cardenal José Luis Lacunza.