El arma diplomática será el diálogo

El abogado Francisco Álvarez de Soto llegó a la Cancillería en época de tensiones y con varios frentes abiertos, pero como buen diplomático matiza la situación.

Por Relaciones Exteriores han pasado cinco ministros de Estado en los cinco años de gobierno del presidente Ricardo Martinelli, lo que evidentemente ha originado altibajos en el manejo de la agenda diplomática porque cada jefe de cartera llegó con su librito.

Se autocalifica como un técnico que entiende la política. En el puesto no es ningún improvisado y reconoce que le debe a Harmodio Arias Cerjack (q. e. p. d.) su incursión en el mundo de la diplomacia panameña.

Afirmó a El Siglo que tiene la palabra del presidente Ricardo Martinelli de escucharle todos los consejos y seguir las estrategias trazadas en lo que a temas diplomáticos se refiere.

‘Acepté el puesto porque confío en el presidente, porque sé que tiene su criterio formado, pero también que es un hombre que escucha consejos y más cuando sabe que son para bien de su gobierno y del país’, dijo.

Álvarez de Soto indicó que su línea es la del diálogo y de propiciar entendimientos sin complejos de inferioridad, aplicando una dinámica de igualdad sin importar modelos económicos, políticos o territoriales.

‘Pueden haber agendas que no coincidan, pero esas diferencias no deben contaminar las relaciones que Panamá tiene con el resto de los países’, opinó.

Reconoció que hay que recomponer relaciones con Ecuador, y con Argentina el trabajo es más complejo porque hay temas económicos de por medio en que deben prevalecer los intereses de Panamá.

‘Con Estados Unidos la agenda es amplia y hay diferencias en varios temas, pero ambos reconocemos que hay más pilares donde construir que motivos para distanciarnos’, añadió.

Álvarez de Soto dijo estar claro que llega al cargo para completar seis meses de gestión. Aunque es poco el tiempo, señaló que se puede hacer mucho para proyectar el buen nombre de Panamá como país de economía abierta que exporta servicios.

‘Esos temas peyorativos de listas grises o paraísos fiscales deben ser desligados cuando se hable de Panamá’, concluyó.