Milagro en la carretera: El destino inesperado de tres hermanos
- domingo 22 de diciembre de 2024 - 12:01 AM
Hay un dicho que dice que uno sabe cómo sale, pero nunca sabe cómo regresa a la casa, porque en un abrir y cerrar de ojos, la vida puede dar un giro inesperado. Así les sucedió a tres hermanos oriundos de Coclé, quienes un 21 de julio, Día del Padre y cumpleaños de su padre, vivieron una de las experiencias más aterradoras de sus vidas.
Decepcionados por la vida en la capital, uno de ellos por el desempleo y otro por un divorcio fallido, decidieron regresar a su pueblo natal, con la esperanza de dejar atrás las heridas del pasado y comenzar de nuevo. Con poco dinero, pero con una fuerte determinación, contrataron un servicio de acarreo para trasladar los pocos muebles y pertenencias que habían logrado adquirir con tanto esfuerzo durante los años.
La historia comenzó a torcerse cuando María, una de las hermanas, se dio cuenta de que el vehículo acordado para el traslado era demasiado pequeño para sus cosas, y mucho menos para las de su hermano Marco. María, frustrada y desesperada por salir cuanto antes de la capital, comenzó a preocuparse aún más. Ella quería escapar de las cicatrices emocionales que la ciudad le había dejado, empezar de nuevo junto a su hijo, de 4 años, y su familia.
El hombre encargado del acarreo, de 50 años, decidió regresar a su casa y tomar las llaves del camión de su hijo, quien aún dormía, sin saber que esa sería la peor decisión que tomaría. Con el camión más grande, todo parecía marchar bien. Finalmente, los muebles fueron cargados y listos para partir. Sin embargo, al despedirse María y Marco, Elena, la hermana menor, sintió un extraño vacío en el pecho. Un presentimiento la invadió: algo no iba a salir bien. Intranquila, se acomodó en la parte baja del camión, cerca de la pierna de su hermana.
El clima empeoró cuando comenzó a llover poco después de salir hacia Coclé. Lo que no sabían era que su viaje estaba a punto de tomar un giro fatal. Después de dos horas de viaje, cuando ya estaban a tan solo una hora de su destino, el camión comenzó a fallar. Los frenos no respondían y, en un instante, el conductor perdió el control. El camión comenzó a girar descontroladamente, hasta cruzar a la vía contraria, justo en el momento en que una mula venía a gran velocidad hacia ellos.
“Sentí que mi hermano me abrazaba y cerré los ojos. En mi mente solo pensaba: ‘Jesús, ayúdanos’”, relató Elena, aún temblando por la experiencia, agradecida de estar viva para contarlo. Los testigos del accidente no podían creer que los hermanos hubieran sobrevivido, ya que la mula estuvo a punto de embestirlos. Rápidamente, algunos de los presentes acudieron a ayudar. Elena, que había quedado vomitando, y sus hermanos intentaron socorrer al conductor, quien no reaccionaba.
Un mecánico que había sido testigo del accidente se acercó impresionado por la supervivencia de los hermanos y rápidamente identificó el problema: los frenos del camión no funcionaban. Fue entonces cuando el hijo del conductor, quien estaba al tanto de las fallas mecánicas, se comunicó para avisar que los frenos estaban fallando. Sin embargo, la noticia llegó tarde. El susto ya había pasado, y solo quedaba el alivio de estar vivos.