Carta a la Tía Fita

Querida Tía Fita: Por los lados de acá, feliz como una lombriz, no hay por qué quejarse, fíjese que según una encuesta mundial, no solo somos los más optimistas, sino también los más felices. La verdad es que los panameños somos sorprendentes tía, pasamos de locos a felices y no sabemos gracias a quién, porque los precios andan volando y a pesar de eso, la gente gastó como nunca. Bueno, después de la borrachera la goma no la aguanta nadie. Como se esperaba, Omar Castillo y Carlos Jaén la botaron en el desfile de Navidad en Penonomé, sin menoscabo del resto de los ‘honorables’ que pusieron de su parte y las empresas e instituciones también hicieron lo suyo. Supo tía, que en el desfile de Navidad en Pocrí invitaron a la empresa Mueblería Libertadores, que por cierto se lució con uno de los mejores carros alegóricos de estos desfiles y cuando pasó por la tarima... ja, ja, ja, este ni siquiera mencionó el nombre de la empresa y cuando habló el siciliano, le subieron el volumen a la música. Tía, si es para ser groseros en Navidad, mejor que no inviten a nadie. La alcaldesa Mericí se lució por todo lo alto, ¡qué desfile tan bueno! Mire, tía, la verdad es que uno no sabe qué pensar, ni bien terminó el pereque de los jamones del diablo, digo del Búfalo, y arrancaron las bolsas navideñas de los padres de la Patria, pero nadie sabe quién está en la lista. Los vientos del 13 vienen con falta de presupuesto para nombramientos en la Gobernación, tomen nota. Bueno, tía, me despido y creo que la visito el primero, si no llueve, porque como veo el tiempo, la cosa se pondrá más húmeda. Se despide su sobrino que la quiere, Luisón.