Infidencias y confidencias del 12 de septiembre de 2024

Cosas de locos. Los mosqueteros electoreros mataron el run run que no había chen chen para las elecciones en la Locura. En vida real sí existía una propuesta para patearlas para enero del 25, cuando bajen las aguas por el tema del Cajetón.

Cosas de locos 2. Y hablando de la Locura, Papademente anunció que tira la toalla; palabras más palabras menos, lo que se viene es una pelea de tigre suelto con burro amarrao. En la carrera quedan el delfín y la capireña si no la sacan del partido. ¡Ataja!

Crimen y atracos. Arden las redes antisociales con el tema de la inseguridad en las calles. Restaurantes, comercios y residencias, y pasajeros de buses han sido objeto de la visita de los dueños de lo ajeno. La tesis de la triple P está tomando fuerza, Pipe.

Aliados. Me chatea mi analista de palo de mango que el que está cortando, y no leña, es el canciller, buscando aliados y votos para salir de las dichosas listas de todos los colores y relanzar las relaciones internacionales de Panamá. Los ‘pura vida, mae’ dijeron que nos van a tirar la toalla.

Todas contra todas. Organizaciones de féminas están paralizadas por recursos legales que se han puesto entre ellas mismas. Y ni hablar de la cancelación abrupta de los proyectos financiados por maná de afuera. Desde el norte les cancelaron el billete. Y la asesora que no ayuda.

Derechazo. El hermano de Billy San Llorón soltó que un man conocido por fomentar huelgas quiere que lo pongan de asesor o en algún puesto de mando jerárquico prometiendo mantener al gremio controlado. Un alacrán dentro del zapato. Chúpate esa, como decía Tres Patines.

A soltar la manta. Por ahí Molino de Viento giró instrucciones a los altos mandos ministeriales que lleguen temprano a sus chambas; el que no llega a trabajar a la hora, que deje de cobrar el respectivo chen chen. ¿Seré yo, maestro?

Tortuguismo. Por la esquina zurda se quejan de los juzgados de trabajo; los expedientes que se ventilan en esa jurisdicción corren la misma suerte que la ley de extinción de Pinolor en sus tiempos: quedó congelada en la Cueva. Plof, plof.

Clan vitalicio. Me chatea un necio que los sindicatos vienen tomando plomo por la viveza de un par de cabecillas que ha tomando estas trincheras como medio para alcanzar la vida digna, como decía la profe en su campaña. Sus’alabao.

Nuevos jefes. Pasó del run run al hecho. Por la tierra de dos mares llegó el hermano de Caín al Ipacoop de la mano de la dama de los duendes. Dicen que es ficha del Tiktoker y vocero del poeta desterrado de la alcaldía. Y en la descentralización quedó montao la réplica de Nandito Beca.

Tiembla tiembla. En Soná hay repres listos para dar el gran salto de tolda politiquera. Dicen las malas lenguas que será la tabla de salvación porque se acaban los sesenta días para presentar el informe del festín descentralizado. Bellacos.

Peleando desfiles. Con las penurias que pasan del otro lado del puente por el agua potable y los precios del pebre, y se lanzan a las calles peleando un desfile callejero. Dice un necio que por eso los agarran de congos los politiqueros.

Cosas de locos. Los mosqueteros electoreros mataron el run run que no había chen chen para las elecciones en la Locura. En vida real sí existía una propuesta para patearlas para enero del 25, cuando bajen las aguas por el tema del Cajetón.

Cosas de locos 2. Y hablando de la Locura, Papademente anunció que tira la toalla; palabras más palabras menos, lo que se viene es una pelea de tigre suelto con burro amarrao. En la carrera quedan el delfín y la capireña si no la sacan del partido. ¡Ataja!

Crimen y atracos. Arden las redes antisociales con el tema de la inseguridad en las calles. Restaurantes, comercios y residencias, y pasajeros de buses han sido objeto de la visita de los dueños de lo ajeno. La tesis de la triple P está tomando fuerza, Pipe.

Aliados. Me chatea mi analista de palo de mango que el que está cortando, y no leña, es el canciller, buscando aliados y votos para salir de las dichosas listas de todos los colores y relanzar las relaciones internacionales de Panamá. Los ‘pura vida, mae’ dijeron que nos van a tirar la toalla.

Todas contra todas. Organizaciones de féminas están paralizadas por recursos legales que se han puesto entre ellas mismas. Y ni hablar de la cancelación abrupta de los proyectos financiados por maná de afuera. Desde el norte les cancelaron el billete. Y la asesora que no ayuda.

Derechazo. El hermano de Billy San Llorón soltó que un man conocido por fomentar huelgas quiere que lo pongan de asesor o en algún puesto de mando jerárquico prometiendo mantener al gremio controlado. Un alacrán dentro del zapato. Chúpate esa, como decía Tres Patines.

A soltar la manta. Por ahí Molino de Viento giró instrucciones a los altos mandos ministeriales que lleguen temprano a sus chambas; el que no llega a trabajar a la hora, que deje de cobrar el respectivo chen chen. ¿Seré yo, maestro?

Tortuguismo. Por la esquina zurda se quejan de los juzgados de trabajo; los expedientes que se ventilan en esa jurisdicción corren la misma suerte que la ley de extinción de Pinolor en sus tiempos: quedó congelada en la Cueva. Plof, plof.

Clan vitalicio. Me chatea un necio que los sindicatos vienen tomando plomo por la viveza de un par de cabecillas que ha tomando estas trincheras como medio para alcanzar la vida digna, como decía la profe en su campaña. Sus’alabao.

Nuevos jefes. Pasó del run run al hecho. Por la tierra de dos mares llegó el hermano de Caín al Ipacoop de la mano de la dama de los duendes. Dicen que es ficha del Tiktoker y vocero del poeta desterrado de la alcaldía. Y en la descentralización quedó montao la réplica de Nandito Beca.

Tiembla tiembla. En Soná hay repres listos para dar el gran salto de tolda politiquera. Dicen las malas lenguas que será la tabla de salvación porque se acaban los sesenta días para presentar el informe del festín descentralizado. Bellacos.

Peleando desfiles. Con las penurias que pasan del otro lado del puente por el agua potable y los precios del pebre, y se lanzan a las calles peleando un desfile callejero. Dice un necio que por eso los agarran de congos los politiqueros.