Infidencias y confidencias del 9 de enero del 2017

Viejas prácticas. Me dice el túngara chorrerano que quedó muy bonita la carretera que los moperos mandaron a construir en la vía a Cerro Cama y el que está que brinca en un pie es el topo, pues por allá queda su finquita. ¡El que puede, puede!

Está vivo. El sapo tuitero se percató ayer de que el que volvió a tener vida en la red fue el mandamás del metro, lo malo es que lo hizo para escribir de golf, así que hay que seguir esperando sus trinos sobre las mordidas de los sambistas.

Acertijo. Me mandan a preguntar cuál es el alto directivo saludable que de día sanciona a comercios y de noche les pega sus mordidas. ¡Se toma muy en serio su trabajo con los dientes! ¡Ataja!

Bien. Se supo que el ministro Motosierra le aguó la fiesta a los promotores que traían a El Conde venezolano, pues hizo cumplir la ley y canceló su presentación por no tener permisos laborales. ¡Me van a decir que desconocían los requisitos!

Disparidad. Aunque hay más faldas trabajando para los ñames en el gobierno, los masculinos son los que se llevan la mejor parte de la tajada. Las féminas exigen más equidad.

Viveza. Me contaron que los de la Junta Comunal de Gorgona cobran dizque "para limpiar los alrededores de la playa" y la realidad es que se van y nadie limpia. ¿Y el billullo cobrado?

Gallotes. Hablando de basura, se supo que en los pasillos de la 5 de Mayo se rumora que hay tres padrastros con órdenes de buscar la forma de dejar sin efecto una ley... ¿Será la 51 que respalda a los de aseo?

Medirán fuerza. Desde Carrasquilla le mandan a decir a Eladio, pero no el vétero, y a los padrastros de la patria que no se metan a locos a tocar su ley, pues paran la recolección y se forma la locura con la basura.