Publicamos nuestras propuestas a la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea de Diputados el 10 de diciembre de 2024.
Primera: Excluir de cualquier proyecto el Programa de 120 a los 65, toda vez que es un SUBSIDIO y no corresponde a actividad, programa ni proyecto de la CSS. Implica otra carga a la Caja.
Segunda: que el proyecto de ley sea discutido en periodo ordinario, sin la presión que ha estado ejerciendo el presidente Mulino, pero con mayor participación ciudadana, especialmente de organizaciones gremiales y de jóvenes, toda vez que el proyecto tiende a perjudicar a casi toda persona trabajadora menor de 50 años y también a los pensionados.
Tercera: que, como Órgano independiente del Ejecutivo, los Diputados en su voto respondan a lo que la población exige, no al manipuleo ni presiones del Ejecutivo.
Cuarta: que el Estado asuma su responsabilidad constitucional de salvaguardar la salud de toda la población, a través del Ministerio de Salud y no se continúe con la mala práctica gubernamental de recargar la atención de pacientes no cotizantes a la CSS.
En consecuencia, al gobierno le corresponde pagar por lo menos el 3% del salario del trabajador, por cada beneficiario que se incluya en la Caja.
Quinta: Valuar el proyecto 163, en su conjunto, como perjudicial para el patrimonio de la CSS y sus cotizantes (trabajadores, pensionados y jubilados).
Devolver al Ejecutivo el proyecto 163, porque entrega nuestra primera institución de seguridad social a la empresa privada, situación que, de aprobarlo, ustedes como abuelos, padres o jóvenes lo lamentarán en unos cuantos años, pero lo peor: tiene vicios de ilegalidad e inconstitucionalidad.
Sexta: De confirmar que el proyecto de ley 163 tiene, al momento de su presentación, artículos lesivos para la CSS y/o a la población, exigir la destitución inmediata del director y subdirector o revocar su nombramiento.
Esperamos que los diputados, por amor a la patria, tengan la sensatez de no defraudar a la población que los eligió. Dios te salve, Panamá.
Que los diputados, en su voto, respondan a lo que la población exige, no al manipuleo ni presiones.
