El 14 de septiembre de 1977, Eligio Salas, Rector de la Universidad de Panamá, cumplió su palabra de buscar una conversación con Omar Torrijos y los grupos de Oposición a su Gobierno ya los 2 tratados que había firmado en la OEA, el 7 de septiembre. de ese año de 1977.
Vanegas, Flores y el que escribe esta columna, fundador y coordinador del Círculo Camilo Torres (CCT), habían logrado su objetivo, conversar con Torrijos cara a cara.
Ese día, el 14 de septiembre, Eligio me llamó a las 4 de la mañana para anunciarne que Omar se reuniría con la Oposición Estudiantil en el Hotel Holiday Inn a las 9 de la mañana. Desconcertado por el anuncio, desperté a los dirigentes del CCT y los convoqué a la Facultad de Derecho a las 6 am. Allí les informé de la importancia de reunirnos con Omar. Conversé con la dirigencia del Centro de Estudiantes de Derecho (CED) bajo la dirección de Vanguardia Popular y la Liga Socialista Revolucionaria. Su Presidente Alberto Almanza, convocó a una Asamblea Estudiantil para pedir permiso para asistir a la reunión con Omar. Me reuní con los líderes del FER29 y el Guaykucho.
Ambos se negaron a asistir y rechazar el diálogo planteado. El “vanguardismo revolucionario” ciego y sectario rechazó esa oportunidad. La Asamblea Estudiantil aprobó la reunión, pero las zancadillas políticas retrasaron la reunión. Entonces llamé a ir a la reunión como independientes. Eran las 11 de la mañana. Torrijos nos esperó y se inició el debate cara contra cabellera. Los presentes y el país ganaron con esa conversación con Omar Torrijos.
Se comprometió a respetar el Debate Democrático que exigimos con espacios de prensa, movilizaciones y libertad para expresar nuestro no patriótico a los tratados. Allí nació el “Veranillo Democrático” que le permitió al movimiento estudiantil llegar con su no a todo el país ya los grupos políticos opositores a expresarse. La Facultad de Derecho y sus grupos políticos por el sí y el no a los Tratados negociados y firmados el 7 de septiembre, abrieron las puertas de la democratización y la libertad de los panameños.
Es parte de nuestra memoria histórica.
¡¡¡Viva la Facultad de Derecho!!!