• lunes 13 de abril de 2015 - 12:00 AM

Torre de marfil egoísta y petulante

Sin cuya conciencia aquella libertad puede convertirse en arma de dos filos o en patente de corso para fabricar reductos o torres de marfil egoístas y petulantes’.

Del discurso que pronunciara el ‘Maestro de Juventudes’, Octavio Méndez Pereira, en el acto de graduación universitaria del 2 de marzo de 1951, aprendemos que:

‘La Universidad, en efecto, constituye un poder espiritual, el más elevado, para orientar la sociedad y llegar a ser en ella una fuerza creadora. Y la autonomía universitaria constituye, por su parte, la conciencia, los límites y la protección de ese poder. Pero si el clima de toda actitud dirigente y creadora es la libertad, su condición esencial es también la responsabilidad. Sin cuya conciencia aquella libertad puede convertirse en arma de dos filos o en patente de corso para fabricar reductos o torres de marfil egoístas y petulantes’.

Hoy por hoy, no cabe la menor duda, salvo en las mentes fanáticas y totalitarias, que las principales autoridades de la Universidad de Panamá bajo la idolatría hacia el rector, no contentos con irrespetar la libertad de cátedra, la libertad de expresión, el debido proceso y los más elementales principios de dignidad de la persona humana, han hecho de sus despachos unas ‘torres de marfil egoístas y petulantes’.

Prueba de ello, además de su absurda asimilación de la figura del rector como si él fuera la Universidad, la desviación del significado de autonomía universitaria, su comportamiento de espaldas a los problemas nacionales y su silencio para proponer soluciones, para convertirse así, en la gran ausente de la cultura nacional en momentos que la población clama por ella.

Las varias resoluciones emitidas en mi contra, en las cuales se confirma, una vez más, que el Consejo Académico de la Universidad de Panamá, presidido por su rector, al pretender suspenderme –a como dé lugar- del cargo de profesor, que por más de cuarenta (40) años he ejercido son una prueba del abuso de los que son llamados a ser los maestros del cumplimiento de toda ley.

* Constitucionalista y catedrático universitario

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...Pero si el clima de toda actitud dirigente y creadora es la libertad, su condición esencial es también la responsabilidad..