- viernes 07 de junio de 2024 - 12:00 AM
Sobre trampas
De todos los males que aquejan al país, no hay uno peor que el déficit del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS). El riesgo que enfrenta Panamá como nación con relación a la estabilidad del sistema de seguridad social es de tal magnitud, que no solo compromete la economía nacional, sino también la estabilidad social y política.
Desde el empresario más encumbrado hasta el más humilde panameño conoce las implicaciones que significa la quiebra del programa de IVM y su escalada al sistema financiero nacional. Para tales efectos, esto sería una catástrofe debido al profundo agujero que ahogaría las finanzas públicas y comprometería, aún más, las maltrechas calificaciones de riesgo país y el costo del financiamiento por el aumento de las tasas de interés de la deuda pública y privada.
La complicidad de muchos sectores representados en la junta directiva de la CSS, además de las negligentes administraciones aupadas por los últimos gobiernos que depredaron las arcas y administraron de forma deshonesta los programas y recursos de la primera institución de seguridad social del país, han puesto en peligro el destino de esta nación.
Que hoy, algunos miembros de la junta directiva de la CSS pretendan perpetuarse en el poder e imponer figuras malsanas, estando gran parte de ellos en funciones transitorias o con vigencia expirada en sus términos, genera malestar y repugnancia hacía quienes se les confió la salvaguarda de la seguridad social del país.
En una analogía que simula el granero y la rata, donde el roedor se comería el poco grano que le cabe en su estómago, consumiendo cantidades irrisorias de la cosecha almacenada; pero que, en consecuencia, su excremento, orina y saliva dañarían toda la producción labrada.
Periodista