En un par de meses mi suegra va a cumplir 97 años aunque parece de 70. Ahora que tiene un par de años viviendo conmigo descubrí sus secretos de belleza para mantener la piel sin casi arrugas ni manchas. También tiene todos sus dientes y jamás ha tenido sobrepeso aunque dice que ahora se ha pegado una engordadita porque se le dañó la caminadora.
Desde niña hizo ballet y siempre cuidó lo que comía. Postres solo en ocasiones importantes, no repetía y hasta hoy no pica entre comidas. Reconoce que fumó mucho pero hace unos 40 años lo dejó. Caminó todos los días unos 45 minutos en una caminadora que se dañó de vieja. Le huyó al sol toda la vida y usa lentes oscuros cada vez que sale; no sé si por eso tiene tan buena vista.
Come muchos vegetales, pocas frutas, nada frito, se sirve porciones “de dama” y el menú era planeado. Cuando me casé con su hijo hace más de 30 años varias veces la vi sentada con su trabajadora organizando el menú semanal. Todo balanceado y variado. Planear el menú le permitía tener control de lo que iba a comer, nada de papas con spaghetti o con arroz. Una porción de cada cosa.
Aún hoy me agrega en la lista del supermercado crema blanqueadora, una medio barata pero si a los 96 años y 9 meses no tiene manchas en la cara ni en las manos es porque funciona sin importar el precio.
Ejercicios, cremas, cuidarse los dientes, cuidarse los ojos, cuidar lo que se come y la cantidad ha sido su estilo de vida desde adolescente.
En la constancia está la clave
