Se roban al país a pedazos y nadie sabe nada (parte 2)

De la pérdida de las 600 vigas H, por tres millones de dólares, desde un patio del Ministerio de Obras Públicas, al parecer existe toda una trama. Una paja es mas difícil de encontrar que una viga H, pero en este caso la viga es la paja.

Si se logra entretener a la población con el valor de las vigas H, de tres millones de balboas, pueden olvidar las 19 mil dosis de FENTANILO, los más de 230 millones las partidas para “lelos”. La partida discrecional del presidente anterior y las casi 50 cirugías bariátricas (para rebajar a las personas obesas).

Los auxilios económicos para hijos o parientes de políticos o millonarios allegados al poder político. El costo millonario en las presuntas vacunas anti COVID 19, así como los respiradores.

El hecho de la inmunidad e impunidad para quienes roban o lavan dinero por millones de dólares mientras se persigue a quien toma una iguana de un árbol, para comer. Se ha perdido la brújula y hemos desorientado nuestros valores.

Al parecer la nueva corriente de pensamiento es robar y dejar robar. Quienes gobiernan evitan las personas serias y decentes, pareciéramos ser tuberculosos. Tienen temor de ser “embilangados” de honestidad.

Las alcaldías y concejales pudieran quedar embarradas de mantener criterios de conveniencia personal o de grupos antagónicos con la comunidad, olvidando que aún cuando su rol es político la honestidad y humildad es el camino correcto, no el hacer negocios o apadrinar la corrupción.

Nuestro País parece una rama seca que se mece por el viento ante la caída de la tarde, mas pasan sin observar que no es una rama, es una raíz incrustada, viva, firmemente enterrada.

Nuestros gobernantes, muchas veces fuera de foco, olvidan que nuestra Carta Magna, en su artículo 2 expresa que “el poder público emana del pueblo...” y que este es un pueblo manso, pero no menso.

Octubre y noviembre de 2023, contra la minería, fue una demostración del poder de este pueblo. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.