- jueves 04 de abril de 2024 - 10:20 AM
Se repite el mismo escenario político de 2014
Todavía recuerdo cuando me llamaron loco en febrero de 2014. En aquellos tiempos dije que el candidato que iba de tercero en las encuestas sería el triunfador en las elecciones de mayo de 2014. En ese momento me atacaron con el argumento de que por mi afinidad con los arnulfistas daba esa clase de pronóstico.
¡Sí señores, en aquella época nadie daba un real por la candidatura de Juan Carlos Varela! No es motivo de este escrito analizar si lo hizo bien o lo hizo mal, la razón de mis palabras es que vislumbro el mismo panorama de aquellos tiempos. Hoy se repite, por todos los costados que José Raúl Mulino será el ganador dentro de un mes y un día. Igual pasaba en 2014 cuando la mayoría decía lo mismo de José Domingo Arias.
En aquella oportunidad el derroche de propaganda era a otro nivel. No había espacio libre; casi todos estaban ocupados por la cara de Mimito Arias. El derroche de dinero vino gracias una constructora brasileña que no dudó en apoyar al delfín de Ricardo Martinelli. Y frente a ese mar infinito de una campaña victoriosa las encuestas contribuían con su sal y pimienta... Todas coincidían en que Mimito sería el triunfador.
En un conversatorio realizado en la Universidad de Panamá expresé, en febrero de 2014, cuáles eran las razones del porqué Varela ganaría. Se hacían encuestas en empresas, universidades, sindicatos, organizaciones privadas y en todas salía Varela de primero con una diferencia abismal. Esos, para mí, eran los verdaderos sondeos de opinión. Allí en esos simulacros el votante hablaba con el corazón.
En las encuestas tradicionales el ciudadano no es sincero y contesta la primera ñamería que le viene a la cabeza. ¡Hoy se repite el mismo drama de 2014! Estoy recibiendo resultados de simulacro donde Mulino no es el beneficiado como dicen las encuestas. Pareciera que se dará la misma sorpresa de aquellos tiempos, aunque los escenarios son diferentes.
Todavía recuerdo la cara de Martinelli, cuando siendo aún presidente, llegó a la sede del Tribunal Electoral, a darse cuenta de la tendencia de los votos. ¡No lo podía creer! Supongo que desde ese momento comenzó a vislumbrar su futuro. Y el primer paso que dio, el uno de julio de 2014, fue opacar la investidura de Juan Carlos Varela. Mientras este tomaba posesión el loco mayor le tumbaba la puerta a la presidenta del ParlaCen para que lo juramentara. Estaba desesperado en tener la inmunidad como diputado centroamericano de aquel organismo al que una vez llamó... Cueva de Ladrones. Y para no dejar a mis seguidores sedientes de información... los simulacros que menciono ponen a Ricardo Lombana como el ganador.
A usted le tocará analizar, con pie de plomo y mente fría, lo que acabo de escribir. Reitero, siento que se repite el mismo escenario de 2014. Abrazos.