• viernes 18 de abril de 2025 - 12:00 AM

Roma, Judea, gringos y Panamá

En el año 33 de nuestra era Judea era colonia romana. El poder religioso, representado por el Sanedrín, tenía límites. Para sancionar a Jesús con pena de muerte, por blasfemo, según los Sumos Sacerdotes, debían solicitarle al gobernador romano que avalara la sanción.

El gobierno de Panamá ha tenido que esgrimir una falsedad ideológica para complacer a los gringos que han estado presionando con que quieren retomar el Canal. Esta falsedad ha sido acordando un “memorando de entendimiento” para cederle sitios de defensa “conjunta”, para que los gringos tengan tropas en Panamá, en las modalidades de fuerzas navales, aéreas y de infantería.

En aquellos tiempos Roma era como los Estados Unidos de hoy, una potencia colonialista y los que ejercían el poder interno se ajustaban a los designios de la potencia por temor a ser aconductados y no poder seguir pelechando el poder interno.

Con mejores condiciones pero con limitaciones, los del poder en Panamá hubieran podido enfrentar mejor a los gringos, como lo hizo en los años 70 el agente Omar Torrijos, al que los gringos le permitían cierto guión del libreto para proyectarse como nacionalista, aunque no lo era y presentar a los gringos como evolucionados ante un mundo que, en los años 60 y 70, eliminaba el colonialismo. Así los gringos mejoraban su imagen dándole, sin dar en verdad, el Canal a Panamá. Digo sin darlo, Torrijos, con cinismo inaudito, dijo que dejaba a Panamá “bajo el paraguas del Pentágono”, lo que se transformaría en permanente intervención, como ocurre hoy. Mutaron formas pero la esencia es la misma.

El Tiberio del Washington de hoy inventa acciones que desestabilizan el mundo, lo que, Panamá atado el destino gringo, como su “aliado”, corre los mismos riesgos que los Estados Unidos frente a los enemigos de ellos.

Esperemos que Panamá no pierda su Canal como los judíos perdieron, 3 décadas después, su Templo, signo de la unidad de su nación.