- lunes 04 de abril de 2011 - 12:00 AM
Ridículo internacional
Nuestros representantes en puestos diplomáticos han resuelto hacernos pasar pena, estén donde estén. El cónsul panameño en Islas Canarias fue duramente criticado porque decidió vestirte de mujer para los carnavales y salieron fotos en varios periódicos del mundo donde se le veía en alegre celebración. El asunto no es de homofobia (aversión a los homosexuales) sino de respeto por el país al que representa. El tal Ítalo Afú -- con nombre recientemente proscrito y apellido seguramente vinculado a otro político propenso a los escándalos – al menos tuvo la dignidad de renunciar después de las feroces críticas que recibió. No fue así el caso del cónsul de la colita, el de Miami, que nos dejó en feo en el Show de Fernando Hidalgo, un programa parecido a La Cáscara que se transmite en Miami, y que tiene una altísima audiencia entre la comunidad hispana.
El señor Tommy Guerra, después de lucir su ignorancia sobre la historia de Panamá frente a millones de televidentes, solamente recibió un tenue regaño del Presidente, quien le aconsejó públicamente que se cortara la colita y se dejara de estar luciendo su carro de lujo en días de semana, más no ha presentado renuncia ni sabemos si ha enmendado su aparentemente rocambolesca vida diplomática.
Pero la propensión al escándalo y los malos comportamientos no terminan allí. El cónsul nuestro en Guadalajara, muy vinculado al Presidente por razones no muy decentes, fue sujeto de escándalo no solo por malos manejos sino también por maltrato familiar. Y el que nos representaba en Barcelona también tuvo otro espectáculo parecido, el de Tampa lo andan buscando las autoridades por deudas que ascienden a varias decenas de miles de dólares, y el que mandamos a Bolivia no solo tuvo una colisión sino que se dio a la fuga.
Nuestro canciller no asume su papel de responsable de la política exterior, que significa habilidad de responder sino que anda en campaña, pegado al Presidente para que no le crucen otro candidato en la próxima campaña. Realmente da vergüenza que a un sujeto como Ítalo Afú le hagan hasta una coreografía de mofa en el programa de Hidalgo. Pero más pena nos da a todos los panameños que habiendo una escuela de diplomacia en Panamá, no se tomen en cuenta a sus egresados para que nos representen dignamente. Si seguimos así, mejor será que la cierren y tiren la llave al mar.
LA AUTORA ES ARQUITECTA Y EX MINISTRA DE GOBIERNO