• viernes 12 de noviembre de 2010 - 12:00 AM

Proyecto nacional y panameñismo

Vivimos momentos de crisis porque no hay un proyecto nacional que lleve al país por senderos de búsqueda del bien común. Se piensa en Pa...

Vivimos momentos de crisis porque no hay un proyecto nacional que lleve al país por senderos de búsqueda del bien común. Se piensa en Panamá S.A. y el Partido Panameñista, si tiene razón de existir, tiene que superar el tradicionalismo, el caudillismo, el clientelismo, el uso de dineros para alinear masa y retomar la doctrina de la que mucho se habla y poco se conoce. El partido tiene que ser instrumento eficaz que contribuya a lograr ese cambio, no el cambio fraudulento de la locura, sino el de la sensatez. El deber de los panameñistas más lúcidos es propiciar la reorientación del partido. No se trata de desmantelar el partido, sino de aclarar entuertos y fijar nuevos rumbos.

El Directorio Provincial de Bocas del Toro habló alto y claro con los acontecimientos de julio pasado. Blandón, con valentía efímera, se atrevió a decir que "no hay separación de poderes". Varios hemos señalado ésto y mucho más, pero existe un temor a enfrentar la verdad. Ni mi verdad, ni tu verdad, vamos juntos a buscarla. Panameñistas han sido removidos de sus cargos, sin mayores consideraciones, pero tránsfugas del PRD, que apoyaron la dictadura que hizo mártires del panameñismo, ningunean a los panameñistas.

En días pasados se produjo el lanzamiento de la aspiración de Alejandro Pérez a optar por la Secretaría General del Panameñismo. Positiva acción, que será más de lo mismo, si solo se quiere desbancar al señor Varela y su camarilla, sin alejar al partido del ejercicio gubernamental del aspirante a "hombre fuerte". Lo censurable de Varela es adocenarse a una gestión gubernamental contraria a los principios del panameñismo.

De lo que se trata es de insistir, sobre todo, en que el partido tiene que ser instrumento en la construcción de un nuevo pacto social entre panameños de todos los estratos, para constituir la Nueva República.

Acción Comunal lo intentó en 1931; Arnulfo también en 1941; las fuerzas políticas y sociales hicieron un buen intento en 1946, malogrado, en 1968, por sectores de la oligarquía, el incipiente militarismo promovido por los EUA, que por segunda vez conspiraba contra el panameñismo.

A los panameñistas y a los panameños de buena voluntad les corresponde diseñar ese Proyecto Nacional que nos dé la mayor suma de bienestar común en una Nueva República. O caminamos hacia esto o aventureros políticos, de izquierda o de derecha, destruirán la oportunidad de vivir dignamente.

EL AUTOR FUE PRECANDIDATO PRESIDENCIAL

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