Semanas atrás, un diario local publicó que el Concejo Académico de la Universidad de Panamá, tomaría medidas contra los estudiantes que se cubrieran el rostro, en las protestas que se llevan a cabo, a fin de limitar la intromisión de infiltrados a los predios de la Universidad.
La medida es sana, no obstante, en consulta con personas, conocedoras de las luchas intestinas que enfrentan los movimientos y organizaciones populares, contra imposiciones políticas de los gobiernos, de la cual los jóvenes universitarios no escapan, donde los malos gobiernos empujan al policía como frente de choque, una gran cantidad de las personas consultadas expresan que:
·Si bien el Consejo Académico Universitario tiene parte de razón, se desconoce la existencia de un comunicado, de la Universidad de Panamá, que condene la acción en cuanto a:
·Que la policía también se cubre el rostro, incluso algunos entran a la agresión espontánea, sin aviso previo.
· Que algunos policías agreden a los estudiantes y/o manifestantes, muchas veces sin razón aparente, sólo por estar en la protesta.
El Consejo Académico, como garante administrativo de la primera Casa de Estudios, debe orientar a la policía sobre esta situación y recomendarles que no deben lanzar gases lacrimógenos dentro de las instalaciones de la Universidad, toda vez que eso viola la autonomía y genera violencia.
En atención a ello, se le debe prohibir a la policía disparar perdigones, balas de gomas o cualquier artículo desde la cerca de la Universidad hacia dentro de la misma.
Esa acción, irresponsable según los consultados, engendra violencia, provocada presuntamente por agentes del orden público, que parecieran convertirse en un ente represor.
La sociedad espera que la policía no se preste a encubrir políticos corruptos, porque perderían la credibilidad y confianza que aún les tiene la comunidad.
Señores policías, tengan presente que antes de ser agentes policiales ustedes son ciudadanos, igual que su pareja, hijos, otros parientes, vecinos y amigos. Que los perjuicios de las malas prácticas o decisiones políticas también les afectarán a ellos y obviamente a ustedes. Dios te salve, Panamá.