Gota a gota se llena el vaso del saber y hasta se desborda, pues el conocimiento forma al individuo y le permite el privilegio de amar la vida mediante la educación, sea formal o no. Hoy, Día del Estudiante, nos permitimos atesorar y reflexionar sobre esta fecha, en perspectiva de núcleo familiar, el sistema educativo y una real integración.
¿Qué atesoramos?, los tiempos de disciplina y mayor sentido de pertenencia de los estudiantes a su entorno académico y de país. ¿Qué nos lleva a reflexionar?, la necesidad urgente de preparación adecuada donde la tecnología no anule su criterio ni capacidad de análisis; muy por el contrario, les permita asumir desafíos con valores bien cimentados y herramientas eficaces.
La etapa estudiantil es maravillosa, lejos de estigmas, inseguridad y discriminación, pues el norte de preparación no admite ser desvirtuado.
Contribuyamos todos para que existan condiciones aptas y se logren excelentes resultados, en perspectiva de ser siempre estudiantes, ávidos de aprender y aprender. ¡Felicidades!