Primer convenio colectivo con perspectiva de género

Nuestra Carta Magna consagra el principio de igualdad ante la ley, mas la realidad no solo dista mucho de cumplir este precepto, sino que las condiciones características de sectores sociales acentúan la vulnerabilidad y requieren atenciones particulares, sobre todo en la Universidad de Panamá.

Es abrumadora la evidencia de que son las mujeres quienes mayoritariamente sufren de acoso sexual, hostigamiento laboral y otros tipos de violencias. Si a esto sumamos que son las mujeres quienes asumen más del 70% de las labores del hogar y crianza de los hijos, nos enfrentamos a un escenario devastador para la mujer trabajadora que acaba por deteriorar su salud física y mental.

Sin embargo ha habido una reiterada negativa por parte de las administraciones universitarias de aplicar leyes nacionales que protegen a las mujeres de la violencia en los ambientes de trabajo, de la revictimización en circunstancias de violencia doméstica, del acoso sexual en instituciones educativas, etc.; y por ese motivo el SINTUP logra negociar y firmar el primer Convenio Colectivo con perspectiva de género, incluyendo la reglamentación de las leyes nacionales que protegen a las mujeres así como los de las madres, porque aunque parezca inverosímil, la UP no cuenta con estacionamientos para embarazadas, salas de lactancia, etc.

Mientras el Consejo Administrativo se niegue a llevarlo a Gaceta Oficial para su implementación, la Universidad de Panamá conservará la deuda histórica con las universitarias, y continuará sumida en un atraso significativo y vergonzoso en derechos humanos y laborales.