Presidente desenterrador

Los lazos de Panamá con Colombia son indestructibles. Más allá del signo del nuevo tiempo político del vecino, a panameños debe importarnos, sobre todo, la mejora de esas relaciones, enturbiadas por diferencias comerciales, manejables.

Presidente Petro amenaza dedicarse a la arqueología en territorio patrio: desenterrará cuanto difunto colombiano haya en este Istmo. En el entendido que por 82 años, hasta 1903, todos éramos colombianos. Nación cuyo territorio duplica al de España y es 15 veces mayor que el de nuestra Patria tan pequeña.

Son indestructibles los lazos entre nuestros dos pueblos y se fortalecen por la vocación ecuménica del Istmo, cuya función universal Bolívar comparó a aquella que tuvo en la antigüedad el Istmo de Corinto entre Asia, África y Europa.

Hasta compartimos un léxico binacional: raspao, chambón, bajareque, ñapa, chichipate, tanganazo, patacón, pataleta, tranque/trancón.

Fuimos parte del proyecto bolivariano por 82 años, periodo en el que estuvimos arrimados a Colombia. Arrimados es un decir. Nuestra hermana en el siglo XIX cambia de nombre siete veces.

Uno piensa que un presidente como Petro está muy ocupado, sin embargo dispone de tiempo para invertirlo en su golosina arqueológica.