Prepárate para los parkings y las fiestas callejeras.

Mario “No se Deja”, Rolando “Pachanga”, Betty “Risita” y María “No le Importa”, es un cuarteto de amigos adolescentes que se conocen desde que eran niños. Viven en la misma barriada de clase trabajadora.  Les encanta las fiestas con mucha gente, guaro, desorden y música alta.

Los cuatro están ansiosos de que llegue rápido el día de la semanada seleccionado para la rumba que organizaron con tiempo y han promovido por las redes sociales. Tienen la meta de romper la marca de la mejor pachanga conocida.

No les pasa por la mente considerar la incomodidad y molestia que genera este tipo de eventos en la vecindad. Para justificarse levantan el estandarte de la libertad, convencidos de que, esa libertad, les da el aval para hacer lo que les da la gana, le guste o no a la gente.

Los parkings y fiestas callejeras masacran la esencia de la famosa frase de Benito Juárez (1806-1872), “El respeto al derecho ajeno es la paz.”

Se debe tener claro que la libertad es el estado del derecho y que el libertinaje es el exceso y abuso de ese derecho gracias a la inacción de las instituciones encargadas de velar por la convivencia, la armonía y la paz social.

El parkings y las fiestas callejeras, en su propia dinámica, muestran su efecto negativo en la población que lo vive en primera persona. Es indiscutible la necesidad de regular, con fiel cumplimiento y rigurosidad de castigo, la práctica de esa actividad festiva.

El respeto es fundamental para lograr una armoniosa interacción social que da paso a la sana convivencia que propicia la paz.

Prepárate para lo que viene, pronto regresan con más fuerza, se termina la cuarentena.

Periodista y docente.