• jueves 21 de octubre de 2010 - 12:00 AM

Los pobres serán cada vez más pobres

Hay situaciones que deben llevarnos a una profunda reflexión; tratemos de ver más allá del horizonte, ese que algunas veces nos muestra ...

Hay situaciones que deben llevarnos a una profunda reflexión; tratemos de ver más allá del horizonte, ese que algunas veces nos muestra la verdad a medias.

El país se vuelca a novedades e incertidumbres. Se presagian avances tecnológicos y un crecimiento económico envidiable, pero consigo se mantiene y profundiza la mala distribución de la riqueza, los pobres serán cada vez más pobres.

La Asamblea aprueba a la reelección indefinida en la Universidad de Panamá y del imprescindible, lo cual tiende más a la corrupción que a la búsqueda de rediseño de carreras y modalidades educativas acorde a la transformación del país y brinda los primeros pasos para conocer si la población se cala tal estrategia a fin de lograr una nueva Constitución, aprovechándose de la confusión del mazo, para incluir la reelección presidencial inmediata.

Se presenta y aprueba un presupuesto supramillonario, a fin lograr mayores logros en menor tiempo, haciendo contrataciones directas, entre otras cosas, pero endeudando al país a límites inimaginables.

Se incrementa el pago de viáticos para los funcionarios, en conocimiento que quienes mayormente viajan son los del nuevo disco, máxime al exterior, que como dice un diputado, son viajes de paseos porque son poco o nada productivos.

Se acepta que se nombren por miles y miles de balboas a personas afines a la nueva administración de la CSS y se adquieran equipos informáticos, pero se trata de limitar el pago de 50 balboas a cada uno de los jubilados. A eso le llaman equidad.

Se pretenden adquirir los corredores a precios exorbitantes, bajo la concepción de que en diez años se eliminará el pago. Similar a la Autopista Panamá-Chorrera, la cual fue una ilusión, hasta después de 30 años.

Se construirán carreteras que son necesarias, pero se pagarán (según los entendidos) precios excesivos y tal cual la cinta coimera, perdón… costera, la construcción, al igual que otras obras serán adjudicadas a las mismas empresas y aquí no ha pasado nada. ¡Esto está de locos!

Quisiera equivocarme, pero presiento que en las postrimerías de este quinquenio, nuestro país mantendrá una deuda externa mayor a granos de arena que puedas contar en una playa. De no despertar y razonar a tiempo: Dios te salve Panamá.

EL AUTOR ES ECONOMISTA, EDUCADOR Y HUMANISTA.

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