• sábado 29 de julio de 2023 - 8:55 AM

El perverso renacimiento de los ‘diablos rojos’

Hoy observamos con espanto el regreso de los infames “diablos rojos

El gobierno del presidente Ricardo Martinelli (2009-2014) desató diversas emociones, pero independientemente de las opiniones políticas, su administración fue decisiva en el rediseño del sistema de transporte público de la capital. A través de la inauguración de la primera línea del metro de la ciudad y la progresiva eliminación de los temidos autobuses, conocidos como “diablos rojos”, el gobierno de la locura intentó implementar un sistema de transporte más moderno y seguro.

Los “diablos rojos”, marcados por el pésimo servicio, la chabacanería de los conductores y la maleantería de los “pavos” (cobradores), fueron durante décadas un emblema de la ciudad. Este sistema no solo era ineficiente y peligroso, sino que también dejaba una estela de dolor, sangre y luto, pues las calles eran convertidas en auténticas pistas de carreras por conductores imprudentes.

Sin embargo, hoy observamos con espanto el regreso de los infames “diablos rojos”. Este gobierno, utilizando la pandemia como pretexto, se ha convertido en el campeón de las excusas, justificación y defensa de este indefendible retroceso en el sistema del transporte público.

Con sus troneras y sonidos infernales, vuelven esos buses a nuestras calles bajo la mirada cómplice de las autoridades del Tránsito. Vemos el retorno de los ‘pavos’ insultando a todo el que pueden, la desfachatez inaudita él juega vivo impune del lucro al traer estas chatarras de Estados Unidos, donde son desechadas después de su vida útil en los colegios y se venden a países pobres. Señor Presidente, los pobres no son el problema. La vida y la política nos han enseñado que, en realidad, los pobres son la solución si se gobierna con sabiduría y se hacen respetar las leyes. El pueblo no quiere regresar a un sistema de transporte arcaico, abusivo y miserable. No permita que el regreso al reinado del terror sea su legado debido a la corrupción de malos funcionarios.

Es necesario que aprendamos de los errores del pasado y que no permitamos que nuestros avances se vean eclipsados por la falta de voluntad política y el resurgimiento de sistemas arcaicos e inseguros. La sociedad panameña merece un sistema de transporte eficiente, seguro y digno, uno que se alinee con las aspiraciones de desarrollo y bienestar de nuestro país.

PROFESOR UNIVERSITARIO