Tu mito no es ‘Mimito’

Panamá se ha convertido en un país de mitos, es decir, de invenciones, de fantasías, según unas de sus definiciones. Entre curanderos, rezadores y brujos, los hay también en la política. Esto revela una falta de ilustración y baja autoestima en buena parte de la población.

Ante la acefalía de figuras de cierta prestancia en un partido que es una empresa para acceder al poder y pelechar de él, CD escogió su candidato presidencial el pasado 12 de mayo, saliendo ganador José Domingo Arias, un ciudadano que luego de pasar de ser viceministro oscuro durante los primeros 26 meses de este Gobierno pasa a ministro de Vivienda con un presencia mediática limitada.

¿Por qué Martinelli bajó a Ferrufino y dejó que Roux y Arias corrieran en la primaria presidencial? Se puede especular que, de no poder él ir a la reelección, quería un candidato manejable que no tuviera un oscuro pasado y eso lo llena Arias, ya que sus ejecutorias, aunque fueron pocas, aparentemente ninguna escandalosa.

Si Martinelli tiene que llegar con este señor hasta la elección general, le da suficientes elementos para descalificar a los Juan Carlos, uno por haber estado 10 años en la Alcaldía sin mayores obras y algunos escándalos y el otro porque, por 26 meses, compartió el poder con CDe hizo negocios en beneficio propio y de sus allegados. Estos dos candidatos tienen lo que se llama, en el lenguaje popular, ‘rabo de paja’, el equipo de campaña de CD sabe sacarle filo a esto.

No entendemos que un personaje como el del mito se preste para hacerle mandados a su jefe político, prueba de ello fue que en su discurso del llamado triunfo lo mencionó reverencialmente en más de 10 ocasiones, convirtiendo su discurso en una propaganda para el que todavía puede voltear el panorama político, buscando la reelección o candidatizando a otro que le dé mejores dividendos. No olvidemos que la mente de este señor es de comerciante. Se invierte, se compra y se vende.

Acostumbrados a usar mentiras, fantasías, invenciones, como instrumento, el CD tiene una relativa buena carta en quien, por coincidencia, tiene un sobrenombre que llama la atención sobre lo que puede ser el mito o fantasía de ese señor y de los confabulados que Martinelli le proporciona, pero no puede ser el mito de los panameños que quieren un Panamá mejor. En conclusión, tu mito no es ‘Mimito’…

* EXPRECANDIDATO PRESIDENCIAL