- domingo 19 de febrero de 2017 - 12:00 AM
Un militante político
Hace tiempo que se ha perdido en el vocabulario panameño la palabra ‘militante político'. Una expresión política muy usada en el pasado próximo, cuando los políticos con ideología o plataforma política, dedicaban sus vidas a la acción política. Cuando esa militancia política se ponía a prueba en la vida diaria, en la cárcel o en el exilio. Cuando ella era símbolo de sacrificios y de ideales de grandeza para el país o para los grandes proyectos políticos de redención nacional. O sea, cuando los políticos, teníamos en la cabeza y en el corazón, la utopía de una nueva sociedad y de un nuevo hombre, como repitieron los revolucionarios del siglo XX.
La ‘militancia política' en los conservadores y liberales del istmo del siglo XIX construyeron el ‘'proyecto independentista'. Cuando la ‘militancia política' ofrecía sus vidas en la Batalla de Aguadulce, en Bejuco, en Cocolí o en el Puente de Calidonia.
Esa ‘militancia política' de los panameños se fue deteriorando por sus luchas internas partidarias, por el oro canalero, por el oportunismo y la corrupción de los dirigentes de capillas, de sectas personalistas, de políticos sin principios, sin vuelo, sin espíritu de grandeza, sin metas nacionales y de la comercialización de la política, utilizando al Gobierno para amasar fortunas de la noche a la mañana. Las excepciones se cuentan entre los dedos.
La ‘militancia política' volvió a resucitar con el avance de las ideologías socialistas, del nacionalismo panameño que se robusteció en sus reclamaciones canaleras y las reivindicaciones de los trabajadores, capas medias y campesinas.
Así la ‘militancia política' se hizo presente con Acción Comunal, el Partido del Pueblo o Comunista, el Partido Socialista, el Frente Patriótico de la Juventud y la Democracia Cristiana. Esa ‘militancia política' fue ejemplo para los grupos estudiantiles, los sindicatos, los educadores, el campesinado y en algunos gremios de profesionales.
El pasado lunes murió uno de los pocos ‘militantes políticos' que nos quedaban. Ese ‘político militante' fue RICARDO ARIAS CALDERON. Un hombre de ideas y de acción. Un ‘militante político' honrado y comprometido con sus ideas. Un ejemplo para los panameños de hoy y de mañana.
Exembajador de Panamá en Nicaragua y Brasil