La cerca simbólica en la frontera con Colombia y el anuncio de inversión de 6 millones de dólares de Estados Unidos, mayor socio estratégico de Panamà, para coadyuvar a frenar el flujo ilegal y hasta suicida de migrantes por el Tapón del Darién rumbo a cumplir “el sueño americano” sigue ocupando la atención ciudadana; sin embargo, cabe preguntarse: ¿Y mientras tanto...qué?.
Es obvio y doloroso el drama humano donde la muerte acecha y acierta, pero se requieren de fuertes acciones para desalentar a miles y miles de almas, que aún poniendo en riesgo a criaturas inocentes pasan por la devastada selva del Darién, uno de los pulmones de América y que, aunque insistan en convertirla en paso obligado no lo es.
Hay un tufo de descomposición que tristemente acompaña este escenario con sello de “coyotes”, que lucran con la desesperación de muchos.
También hay situaciones ya “normalizadas” como pagos por “wifi” en áreas difíciles de alcanzar comunicación con seres que quedan atrás o quienes representarían puerto seguro.
En esa dirección hay preguntas en torno a transporte, alimentación y demás con denominador común: dinero contante y sonante. Por mucho, la atención debe enfocarse en Darién, pues la migración por allí no debe ser alternativa. Punto!!!.
