En medio del campo de batalla

El lanzamiento de gases lacrimógenos no cesa, producto de enfrentamientos entre la acción y la reacción. Los motivos son diversos: desesperación, impotencia, intención de cambios, entre otros. Es un panorama real que alcanza a nuestros niños y niñas, que crecen en medio de modelos difíciles de asimilar. Estamos pronto a conmemorar su día, cambiado del 1 de noviembre al tercer domingo de este séptimo mes del año, quizás más motivado por sentido ‘comercial' que por ‘nacionalista' como cuando estaba inserto en el Mes de la Patria.

Es por eso que me permito desde ya, dedicar este espacio a ellos. Los retos son muchos y los deseos aún más. Queremos mejor educación, excelente bienestar, condiciones óptimas de salud física y mental. Entonces procuremos enfocarnos. Independientemente de que su formación sea en la esfera oficial o particular, el empeño de docentes, administrativos y padres por ofrecer lo mejor para ellos debe ser prioridad. Hay quienes requieren mucho más. La educación no debe ser estrella sino firmamento. Hagamos cierta la palabra igualdad.

Dolor da cuando tocamos la puerta de un aula de clases con niños y niñas con capacidades diferentes y encontramos a un educador sin asistentes. Ese es solo un ejemplo. Se requiere de recursos económicos y de mucha voluntad. Ellos se merecen todo lo bueno. ¿Usted está de acuerdo, verdad?

PERIODISTA