- martes 21 de octubre de 2025 - 4:39 PM
Más allá de la brecha digital
Esta semana participé en una presentación en la Procuraduría de la Administración sobre discriminación y discapacidad. El experto se refirió a las discriminaciones ocultas, como las diferencias interraciales e idiomáticas.
También mencionó la discriminación por la edad y por el conocimiento tecnológico.Existe una discriminación silenciosa que está llena de prejuicios contra las personas que desconocen la tecnología, rápidamente estereotipadas como inútiles digitales, estigma que, en el caso de los adultos mayores, se aumenta por viejo y por lento.
Esta discriminación también puede ser extendida a los jóvenes, y el estereotipo en este caso es «inexperto e inmaduro en los entornos profesionales».La tecnología puede generar una división al acceder a ella. No se trata de tener acceso a internet (brecha 1), sino de resultar excluido del diseño y uso de productos digitales.
El mejor de los ejemplos lo podemos observar con productos tecnológicos con interfaces confusas que presuponen un usuario joven y experto, dejando a los no aptos fuera de servicios esenciales como banca, citas médicas, algunos tipos de transporte, etc. ¿Cómo podremos superar esta situación que divide a las personas en razón de su conocimiento tecnológico?
Una forma de equiparar estas desigualdades está en diseñar tecnologías pensando en la diversidad de edad no como un extra, sino como un estándar.Hay que educar y capacitar a las personas en todos los ámbitos y ayudar y asistir tecnológicamente a quienes requieran ayuda para poder acceder a ella
La tecnología está llamada a ser un auxiliar de alta ponencia en la sociedad y puede convertirse en una fuerza encaminada a la igualdad y hacerse verdaderamente inclusiva. Los jóvenes deben sensibilizarse con respecto a los mayores.
Abogada